La noche en el departamento de Chuuya y Dazai era silenciosa y oscura, la única iluminación era la que se colaba por las ventanas y de una pequeña lámpara con forma de sol en la habitación de los niños. Kenji les regaló esa lámpara debido a las repetidas pesadillas que los niños tenían.
Pesadillas como la había tenido Akutagawa esa noche. Nunca recordaba las pesadillas, solo sabía que había tenido una por el sudor frío que recorría su frente, su respiración fuerte y el miedo intenso que le impedia volver a cerrar los ojos por horas. A veces, cuando aún estaba medio dormido podía ver gotas rojas caer de su boca, pero cuando las intentaba tocar desaparecían, otras veces podía escuchar los disparos de un arma, pero Atsushi no se despertaba por el ruido.
Akutagawa era un niño listo, sabía que solo eran sueños tontos. Aún así no podía volverse a dormir, algo dentro de él le decía que no podía bajar la guardia, no podía relajarse, que debería estar atento. Con el tiempo el cansancio le ganaba y volvía a dormirse.
Hoy no era así, ya había pasado mucho tiempo y sin embargo no podía dejar de estar asustado. Miraba alrededor buscando algún peligro, alguna razón por la cual estar tan asustado pero no hallaba ninguna. Además, esa tonta lámpara no lo estaba ayudando, ¿y por qué tenía lentes si es un sol? el sol no usa lentes.
Fastidiado con la lámpara y más que nada asustado, decidió salir de la cama llevándose consigo a su peluche Rashomon.
Salió de la habitación silenciosamente para no despertar al otro niño que dormía pacificamente, y se dirigió a la habitación de los adultos.
Caminaba rápido pero con cuidado de no hacer ningun ruido. Abrió con lentitud la puerta y salió un pequeño chirrido de ella, se quedo quieto esperando alguna reacción de los adultos por el ruido, pero no hubo ninguno.
Camino hacia el lado donde dormía Chuuya. El pelirrojo estaba acostado boca abajo, con la mano colgando por el borde de la cama y su cabello cubriendo su cara. Akutagawa se acerco, moviendo ligeramente el brazo de Chuuya para despertarlo, pero no funcionaba.
Comenzo a llamarlo, susurrandole suavemente:
"Chuuya-san, Chuuya-san, no puedo dormir, Chuuya-san"
Sin embargo, el pelirrojo no se despertaba. El niño se estaba quedando sin opciones.
"¡Chuuya-san!" exclamó, presionando a Rashomon contra la cara de Chuuya con toda la fuerza que tenía.
Chuuya fue despertando gracias a la nariz de plastico del peluche presionando dolorosamente su mejilla. Al abrir sus ojos solo vió una figura negra peligrosamente cerca de su cara y con los latidos de su corazon volviendose locos, tomó con rapidez la cabeza, sorpresivamente pequeña de la figura extrana y tiró de ella para aventarla lejos de él.
Por supuesto, cuando escucho como si una tela se hubiera rasgado paro sus acciones. Se tomó un momento para acostumbrar su vista a la oscuridad y poder ver el peligroso ser que lo había atacado.
Akutagawa parecia congelado, con los ojos muy abiertos y con uno de sus brazos estirados hacía él sosteniendo a Rashomon que ahora tenía la mitad de su cabeza colgando y relleno de algodon saliendo por su cuello.
"A-Akugawa" dijo suavemente, sentandose en la cama y acercandose lentamente al niño.
El pelinegro fue formando un puchero y sus ojos brillaban cada vez mas.
"Ryuunosuke... perdon, no sabia que eras tú" pronunció Chuuya con vergüenza.
Sin embargo, las disculpas de Chuuya no sirvieron para evitar el llanto de Akutagawa.
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Padres Temporales | Soukoku
FanficAtsushi y Akutagawa se convierten en niños al entrar en contacto con una habilidad. Es labor de Dazai y Chuuya cuidarlos hasta que Ranpo decida descubrir una solución. . . -Tengo poca experiencia/información sobre bebés, así que no se tomen la histo...