Hasta que te encontré

2.- Dudas

3 de Abril, 2020.
Madrid, España

Me encontraba en clase sentada en mi silla mientras mis amigas que se sentaban al lado no paraban de hablar sobre el examen que íbamos a tener justo en unos minutos.

- No he estudiado nada- dice Claudia.

- Guau, ¿ahora se supone que me tengo que sorprender?- dice mi otra amiga María.

Yo no decía nada, sólo estaba con mi cabeza apoyada en la mesa y en una de mis manos tenía un abanico de papel que me había hecho la hora anterior porque hacia muchísimo calor.

- Todos sentados!- grita la señora que entraba por la puerta de clase.

Podría reconocer esa irritable voz en cualquier lugar, mi profesora de francés, es la persona más amargada que puedes conocer en tu vida.

Creo que me tiene manía desde que le tiré un pegamento al pelo. Bueno, creo no, me tiene manía y está clarísimo.

- Voy a repartir los exámenes, ya sabéis las normas, como encuentre a alguien copiando le rompo el examen y queda con un cero en la nota final del curso, entendido?.

- Entendido- dijeron todos mis compañeros menos yo, que estaba distraída mordiendome las uñas de los nervios.

Este examen contaba un 80% de la nota y yo no había prestado atención a ninguna de sus clases.

- ¡¿Entendido Muñoz?!- se dirigió a mi.

- Entendido...

Obviamente si que iba a copiar, tenía chuletas en todas partes, en la mesa, en el estuche y en el bolígrafo.

- Bien...Antes de que empecéis el examen os tengo que presentar a alguien, ¡Álex! Entra a clase.

Justo cuando miro hacia la puerta conecto la mirada con un chico alto y delgado con los ojos marrones y el pelo rubio, era parecido a mi pero en distinto sexo.

Nuestras miradas se conectaron cuando él me dirigió una amable sonrisa haciendo que no pueda evitar sonrojárme y provocando que mis amigas mirarán la escena riéndose.

Yo estaba tan perdida mirando sus lindos ojos que no había escuchado nada de lo que había sucedido a mi alrededor en esos últimos minutos.

- ¡Selene! Álex se va a sentar justo detrás de ti, como os pille hablando te vas a la sala de convivencia tu sola.

Cuando Álex se sentó me giré para conocerle un poco más mientras la profesora repartía los exámenes.

- Encantada, soy Selene, es un placer por fin tener a alguien detrás con quien hablar- le sonrío.

He de decir que yo nunca coqueteo con cualquier persona, este chico me había lanzado una flecha al corazón en el mismo instante que lo ví y iba a aprovechar todo el tiempo posible para hablar con él.

- Eh, si es genial. Espero que nos llevemos bien Selene!- Me sonríe.

Cuando su sonrisa apareció en su rostro sentí como me derretía por dentro, nunca me había pasado algo igual, cada vez que lo miraba sentía como si sólo estuviésemos nosotros dos en la clase sin nadie más hablando o susurrando.

En medio del examen claramente se podían ver los nervios en mí, no me salía un ejercicio y quedaban 5 minutos para que la profesora recogiése los exámenes y a mi siempre me los recogía primero para fastidiarme.

- Joder...- susurré.

- Que te pasa Sele?- me preguntó Álex.

AAAH, en ese momento sólo quería gritar de la emoción, me había llamado Sele.