Hasta que te encontré

4.- Fiesta

Cogí mi maquillaje de mi maleta discretamente y me colé al baño sin hacer ruido.

Me empecé a poner un maquillaje natural y el pelo no hacía falta que me lo alisase ya que lo había hecho por la mañana.

Miré mi móvil y vi que quedaba poco para que Carlos me viniera a buscar así que recogí el baño, me puse un vestido negro precioso que tenía un escote en forma de V, me lavé las manos y por último me saqué una foto en el espejo, lo último nunca faltaba.

— A ver, si salgo 5- 6 minutos antes de que Carlos venga yo creo que me da tiempo de salir del hotel sin que nadie se de cuenta.

Puse la llave del hotel en mi bolso junto con un pinta labios y abrí la puerta lo más silenciosamente que pude.

— Este es mi momento, ahora o nunca— Álex se levantó de la cama ya vestido y abrió la puerta siguiéndome sin que yo me diese cuenta hasta la puerta del hotel.

Álex's POV

Selene rápidamente pasó al otro lado de la carretera y se sentó en un banco que había por ahí cerca para chatear con alguien con su móvil.

Pasaron varios minutos y ya me estaba cansando de esperar, a lo mejor solo se vistió para tomar el aire afuera y relajarse.

Me iba a dar la media vuelta y volver al hotel discretamente pero lo que me hizo cambiar de opinión fue ese Ferrari rojo que había visto ese mismo día, Selene se subió en el y se marchó.

No sabía que hacer, la sigo o no la sigo? Esa pregunta rondaba por mi cabeza y no me dejaba en paz.

— Se acabó, voy a coger un taxi— me dirigí a un taxi y le dije— puede seguir a ese Ferrari rojo porfavor?

— Claro muchacho— el taxista empezó a seguir el coche durante bastantes minutos y mientras tanto Álex estaba con el móvil distrayéndose, si le encontraban fuera del hotel no le iban a dejar volver a una excursión.

Selene's POV

Al salir del hotel me senté en un banco esperando a que Carlos llegara para ir a la fiesta, mientras no llegaba me puse a hablar con mi madre para preguntarle qué tal estaban ella y mi padre.

Por fin llegó en su Ferrari rojo y me subí en el, pero para mi sorpresa no estaba solo.

— Oso! Esta cabron me ha quitado el sitio— señaló a Charles que estaba en el sitio del conductor.

— Muy bien Charles, que se quede ahí atrás calladito— reí al ver la cara de fastidio y en seguida arrancamos en dirección a la fiesta.

— Poner música— Carlos apoyó los brazos en cada uno de los asientos de delante y me pegó en la cabeza para que le hiciese caso.

— Ostia que animal— me toqué la cabeza en el sitio donde me había pegado y me giré para hacer lo mismo.

En todo el camino a la fiesta nos estuvimos dando pequeños golpes en forma de juego así que ya no nos dió tiempo de poner música.

— Y llegamos!— Charles aparcó el coche delante de una preciosa casa y se bajó del coche antes que todos para abrirme la puerta y darme su mano en forma de ayuda para salir.

— Gracias Charles!— reí y el me dedicó una sonrisa.

— Vamos!— Carlos me rodeó los hombros con sus brazos y los dos empezamos a caminar adentro de la fiesta.

— Cuánta gente!— Me reí.

— Ya, por eso tenemos un reservado para nosotros solos— Carlos me dió la mano para poder guiarme mejor al reservado.