3.- Mónaco

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12 de Mayo, 2020.
Madrid, España

- Ya estás lista hija?.

- Si...- susurré mientras me bajaba el vestido de color rojo, mi color favorito.

- Bien, te voy a echar de menos- soltó acercándose a mi abriendo sus brazos y finalmente darme un abrazo cálido mientras acariciaba mi largo y fino pelo de arriba hacia abajo.

— Ten cuidado en Mónaco hija!— soltó mi padre desde el salón y segundos más tarde apareció por la puerta dándome un abrazo y un beso en la cabeza.

Unos minutos más tarde me dirigí a clase caminando y por el camino me encontré con Álex.

- Hola Sele- dijo abrazándome por detrás.

- Que susto! Hola Álex- dije entre risas- tú que llevas en la maleta?- pregunté.

— Lo necesario.

Nos dirigimos a clase y al entrar nos encontramos a nuestra tutora sentada en su mesa con una pierna apoyada en el suelo mientras pasaba lista.

Mis compañeros estaban sentados en sus mesas con una maleta a su lado esperando con nervios este viaje.

— Vale, voy a acabar de pasar lista y ya nos podemos marchar.

Cuando ya acabó nos dirigimos todos corriendo al autobús, dejamos las maletas y nos empezamos a subir todos.

Álex se sentaba en uno de los cinco asientos de detrás y yo justo después en un asiento de dos personas con mi amiga María.

Nos quedaba un largo viaje por delante el cual lo pasamos riendo, cantando y durmiendo.

2:30

— Sele, estas despierta?— tocando mi brazo de lado a lado.

— Mhm?— abrí los ojos con cara de dormida cuando lo vi a él, cogí mi móvil y miré la hora— tienes suerte de que seas tú el que me haya despertado porque llega a ser otra persona y le pego— solté riendo entre susurros para intentar que mi amiga no se despertarse.

— Bueno pues entonces soy un caballero con mucha suerte— dijo riéndose mientras me cogía de la mano y yo le sonría como una tonta enamorada.

— Bueno que querías?

— Que curiosa.

— Es enserio, no hagas que me arrepienta de lo que te he dicho— estaba acomodándome en mi asiento cunado noto una mano acariciar mi pelo.

— Es que te quería decir algo pero mejor aquí no, hay mucha gente.

— No me jodas Álex— eso fue lo único que se me ocurrió decir mientras reía, aunque también estaba curiosa por saber lo que me quería decir.

7:43

— Ya llegamos levantaros ya, coger vuestras maletas y nos vamos al hotel para que cada uno pueda dejarlas allí!!— gritó mi tutora haciendo que todos mis compañeros y yo incluida nos despertáramos de un brinco.

— Ostia mi espalda— se queja María poniéndose la mano en la espalda.

— Dirás ostia el cuello.

— Ostia el culo— salió de mi amigo que se sentaba al lado de Álex haciéndonos reír a todos.

Llegamos al hotel y las habitaciones eran de personas de cuatro, en mi habitación estaba mi amigo Mario, Álex y María.

Hasta que te encontréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora