Exposición

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A la mañana siguiente la pareja salía del apartamento de Lena, agarradas de la mano, en dirección a la galería para terminar de perfilar los últimos detalles de la exposición.

Nada más salir del edificio, se encontraron con los periodistas y Kara se congeló unos segundos, Lena apretó su mano.

- Tranquila, no tienes que hablar, pero diré unas palabras para que nos dejen tranquilas - susurró Lena dejando un beso en la mejilla de la rubia

Kara empezó a tranquilizarse y asintió con una sonrisa tensa.

Una docena de periodistas se acercaron haciendo diferentes preguntas a la vez. Lena hizo un gesto para que se callaran.

- Hace dos meses que la señorita Zor-El y yo tenemos una relación sentimental, confirmamos esto para que se detenga la persecución, ya que está afectando la salud de mi compañera, si hicieran su trabajo correctamente, sabrían el porque Kara, ha desaparecido, ahora que tienen la confirmación que todos buscan, espero que se respete nuestra privacidad, si no... Les recuerdo que soy una Luthor y les dejaré a todos ustedes sin trabajo. ¿He hablado claro? - los periodistas asintieron - Pues que tengan buenos días - se despidió Lena arrastrando a su novia, en dirección al coche de la morena.

En el interior, Kara empezó a respirar más tranquila.

- Cariño, mírame - pidió Lena - Ya está, cumpliré mi promesa si esto persiste. No entres en pánico, porque estoy contigo -

- Gracias, preciosa - respondió Kara con una sonrisa tímida.

Horas después de aquella declaración, los sensacionalistas cesaron la persecución. No era solo por la amenaza de Lena Luthor, a parte la morena había hablado con su vieja amiga, la reina de los medios, Cat Grant, prometiéndole la exclusiva si conseguía que las dejaran tranquilas.

Después de la intervención de Cat y el cese de la persecución mediática, Lena y Kara pudieron retomar cierta normalidad en sus vidas.

Decidieron mantener un perfil bajo durante un tiempo, enfocándose en su relación y en los preparativos finales para la exposición en la galería.

Lena se esforzó por asegurarse de que Kara se sintiera segura y apoyada en todo momento, para que volviera a ser la misma que cuando se conocieron. Juntas, trabajaron en encontrar estrategias para ayudar a Kara a manejar su TEA en situaciones estresantes y a lidiar con la ansiedad que había experimentado debido a la exposición mediática.

Durante aquellos días, Lena no dejó de recordarle a Kara cuánto la amaba y cuánto valoraba su relación. Juntas, encontraron momentos de calma y felicidad en los pequeños detalles de la vida cotidiana.

Finalmente, llegó el día de la exposición. Lena y Kara se presentaron en la galería, donde se encontraron rodeadas de amigos, críticos de arte y algunos medios de comunicación que respetaron su deseo de privacidad y solo se dedicaron a hacer preguntas sobre la exposición. La muestra fue un éxito, con las obras de Kara cautivando a los visitantes y recibiendo elogios de críticos y amantes del arte.

Lena, por su parte, se sintió orgullosa de Kara y admiró su talento artístico. Estaba agradecida de tener a alguien como Lena a su lado, alguien que la amaba y comprendía, y que estaba dispuesta a protegerla y apoyarla en todo momento.

Aunque las adversidades aún podían surgir.

Durante la exposición en la galería, mientras Kara se sumergía en el ambiente artístico y social, tuvo un breve momento de pánico cuando se dio cuenta de que había perdido de vista a Lena.

Su corazón empezó a latir rápidamente y la ansiedad amenazaba con apoderarse de ella.

Lena se encontraba en su despacho, contemplando el lienzo que las unió y reflexionando sobre lo sucedido estos meses.

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