Destined [Christopher Morgan]

Cap 15

12 horas después...

—¿Noticias?—pregunta Alex entrando a la sala de reuniones

—No señor—Patrick niega y sigo tecleando mientras mis escoltas toman café a un par de metros de mi

—Kiara—me llama y lo miro—, te quiero a ti buscando a Molina—ordena y respiro profundo mientras niego

—Lo siento señor, sabe que la división Alpha no puede participar en misiones ajenas a nuestros objetivos—me encojo de hombros y él bufa—. Envía a la tropa de Parker, quizás ellos sean de ayuda.

Alex sabe que si hay algo que él no puede tocar son las reglas de la división Alpha. Nadie más que un Alpha puede cambiarlo, y debe ser uno muy poderoso.

—Llama al capitán Parker—le ordena a su asistente, que de inmediato sale en busca de Parker—. No entiendo una mierda, ¿Por qué secuestrarían a Molina?—cuestiona sentándose frente a mi

«Quién sabe...»

—Porque saben que haremos lo que sea para recuperarla—Gema entra a la sala seguida por Alan. Sus ojos están hinchados por el llanto y luce horrible luego de horas de estar llorando sin mover un puto dedo para buscar a su amiga

Gema es una amiga de mierda, sin duda, no ha hecho más que echarse a llorar y pedirle a todo el mundo que la encuentre. «Es tu amiga, por dios, tú también ponte a eso»

—Explícate—Patrick deja de lado las cámaras que ha estado intentando hackear durante horas

Quizás yo cité a Liz en uno de los clubes del Mortal Cage, y quizás la llevé a un lugar a las afueras de la ciudad a la espera de que podamos ir a trabajar con ella.

Y quizás yo misma me encargué de las cámaras, poniendo barreras para que nadie, ni siquiera Patrick, pueda ingresar a ellas.

A veces a los soldados se les olvida que, sin importar su nivel de entrenamiento, la división Alpha es dos o tres veces mejor. No solo entrenados para asesinar a sangre fría y con un inexistente margen de error, sino que estamos capacitados para encargarnos de cualquier inconveniente posible en las misiones; incluyendo los sistemas operativos de cualquier jodido objeto electrónico.

Patrick no va a entrar, y si por algún milagro logra hacerlo, solo encontrará el video de un par de minutos antes de nuestra entrada al club y sacar a Liz de ahí.

—Liz es importante para mi—la voz de Gema me hace cerrar la laptop para disfrutar de su ridículo—. Los secuestradores saben que voy a buscarla, que si se lo pido, Christopher...

—Christopher y una mierda—la interrumpo—. Ya hay dos tropas fuera buscando a tu amiguita, a Christopher no vas a molestarlo con esto ¿Lo entiendes? No está para estas ridiculeces

—¡El secuestro de mi amiga no es una ridiculez!—me grita furiosa

—Pues para mi si lo es—me encojo de hombros sin perder la fría calma debido a la satisfacción de saber que está desesperada por encontrar a Liz

Estoy furiosa con ambas, por supuesto, pero la satisfacción de verla sufriendo me da la paciencia suficiente para mantenerme calmada.

—Tú eres una porquería de persona—sisea y levanto las cejas dándole una sonrisa irónica

—Probablemente—me burlo—. Estas cosas pasan, Gema, y Liz ni siquiera es parte esencial de la FEMF o la élite, no tengo razón alguna para ponerlo en la lista de cosas importantes. Ni para mi, ni para Christopher.

—¿Yo qué?—el mencionado entra a la sala caminando hacia mi y levanto las cejas en dirección a Gema. «Vamos, dile»

—Tú me ayudarás a recuperar a Liz—la voz de Gema se rompe y Christopher deja un casto beso en mis labios antes de sentarse a mi lado—. Lo harás, ¿Verdad, ogro?