No sé si estaba teniendo parálisis de sueño o qué, pero cuando desperté no podía moverme.
Sentí la desesperación al no poder moverme... Me estába volviendo loco, me daba vértigo.
Sacudí todo mi cuerpo, lo más que puede, hasta poder sentarme.
Al sentarme noté sogas al rededor de mi cama, haciendo que mi cuerpo quede pegada a ella.
–¡Mierda el bastardo de Tom otra vez jodiendome con sus estúpidas y absurdas bromas de mal gusto!–Dije alterado.
–¡Eh!, ¡Que te he escuchado maldito hijo de puta!–Dijo mí estúpido hermano detrás de la puerta.
Vaya, al final es un maricon.
Hace una maldad y se esconde tras la puerta.
–¡Tú eres el maldito hijo de puta! ¡Maldito gilipollas ven ya y desatame ya!–Dije, ya enojado.
–Vale, vale no te alteres, hermanito–Dijo abriendo la puerta.
–Solo era una bromita–Dijo con una malvada sonrisa en su rostro.
–Pues fijate que a mí no me ha hecho ninguna gracia.–
–Pues a mí si.–
–¡A mí no, ya déjate de estas mierdas Tom!, ¡Yo no te hago nada malo para que tú me estés jodiendo con tus gilipolleces de niño pequeño!
–Pues las gilipolleces de niño pequeño, como tú dices, a mí me divierten.–
–¿Qué mierdas es lo puto divertido?
–Verte sufrir.–
–Ver... Ver... ¿Verme sufrir?–Dije tragando saliva.
No es que le tenga miedo si no que me sorprende por el hecho de que yo nunca le hice daño.
Y si lo he hecho fue porque el ha empezado.
–Mierda Bill, no soy un enfermo para querer hacerte daño, solo fue una manera de decir–Dijo riéndose una vez que desató el nudo.
–Y si no eres un enfermo...
¡Por qué cojones me jodes!–Dije ya con rabia.
Tom no dijo nada.
Se me quedó mirando fijamente a los ojos un buen rato.
Solo sonrió con esa maldad como acostumbraba hacer.
No sé si está bien o este mal lo que pienso cuando me mira pero de alguna forma su mirada se me hace atractiva.
La veo diferentes a las demás miradas y creo que son sus ojos lo que hace que resalte más al mirar. Al mirarme.
El cuando quería era bueno con su mirar, pero...
¡Hace cada cosa que me hace odiarlo!
La semana pasada estaba cocinando la cena. Mamá dijo que me ayudara a poner la mesa.
Yo estaba revolviendo la salsa para los espaguetis.
Tom estaba atrás mío pero no me había dado cuenta.
Cuando volteé, el plato con la salsa cayó encima de la ropa de Tom.
Yo me disculpé pero se ve que con eso no bastó.
"Bill, esta era mi camiseta favorita"
Me acuerdo que me dijo, sin alzar la vista de su camiseta.
Después de eso, el subió arriba a cambiarse y a quemar mi ropa.
Si, mi ropa.
"Ahora estamos a mano, Bill"
Mierda lo detestaba tanto...
Y a la vez había otra cosa, un no sé qué..
Ya era hora de merendar me había acostado tarde y me había despertado tarde.
Mamá y Gordon no estaban.
Estaban en el trabajo.
Entonces solo estábamos mi hermano y yo.
Tendría que hacer algo para merendar al menos algo para mí.
Tom no sabe hacer otra cosa que carne asada. Cuando digo asada es quemada.
Bueno supongo que tendrá hambre como yo.
–Tom ¿vas a querer algo de comer?–Pregunté una vez que estábamos en el comedor.
–Claro que si ¿Esperas que me muera de hambre acaso?–Dijo mi hermano.
–Espero el día en que levantes tu trasero de ese maldito sofá y hagas algo productivo por ejemplo aprender a cocinar.–Le dije con seguridad.
–Pues enséñame si tanto te quejas–Dijo el también con seguridad.
–Mira y aprende.–Dije batiendo 3 huevos con leche para hacer un pastel de vainilla.
Le puse el polvo y seguí batiendo unos 10 minutos.
–Una vez que este la mezcla lo metes en el horno y esperas una hora aproximadamente.–Le dije agachándome para meter el pastel en el horno.
–¡Hey Bill!, ¡Que culo te cargas!–
–Tom me das asco. A quién mierda se le ocurriría mirar el culo de su hermano.–Dije sabiendo que yo a veces hacía lo mismo.
–A mí.–Dijo él.
Lo miré confundido y sorprendido.
–Bueno pero a mí no me gusta que la gente me mire el culo para que sepas–Dije sentandome en el sillón junto a el agarrando el control remoto para buscar una película.
–¿Alguien más te mira el culo?–
Dijo él con una ceja alzada.
–No, pero no me gusta que me vean a menos que yo se los permita.–Dije.
–¿Ver qué?–Preguntó el.
–Ver mi cuerpo.–
–¿A quién se lo permitirías?–Preguntó curioso.
–¿A qué viene esa pregunta? Aparte a ti que te importa.–Le contesté.
–¿A tú pareja?–Preguntó.
–Emm ¿Si?–Le dije dudoso.
–Aparte da igual no tengo y tampoco está en mis planes.–Le dije a mi hermano.
–¿Ah no?¿Y qué cosas están en tus planes?–Preguntó mi hermano.
Ya tantas preguntas me molestaban.
–Mm no lo sé supongo que trabajar, cocinar, limpiar tu desastre ya que mamá y Gordon nunca están y yo tengo que hacer todo porque tú no haces nada.–Le dije.
–Toda una ama de casas hermanito–Dijo el burlón.
–Vete a la mierda Tom.–
–¿Y en las vacaciones? Planeas limpiar la casa en el resto de las vacaciones? Yo creo que no.
No eres tan inocente como creen. Te conozco y seguro irás a follarte a una amiguita tuya para experimentar... Oh se me olvidó eres virgen.–Dijo el. Ya me estaba hartando. ¿Qué no tenía otra cosa que hacer?
–Mierda, Tom que no lo soy y aparte que mierda te importa si lo soy o no.–
–Lo eres.–
–¡Que no!–
–¿Y cómo se que no me estás mintiendo?–
–No sé, es tú decisión creerme o no a mí no me importa si me crees o no me crees.–
–Demuestralo.–
–¿Qué?–
–Que me lo demuestres.–
–Co... Cómo?–
