¿Halagado? ¿Sorprendido? ¿Asqueado? ¿Exitado?
No sabía cómo tomarmelo.
–Bill...– Dijo mi nombre entre suspiros y agarrandome de la cintura pegándome más a el.–Hagamos esto de una puta vez.–
Suspiré y asentí con la cabeza lentamente.
Puse mis brazos al rededor de su cuello mientras el me sujetaba de la cintura con fuerza.
Esta vez fui yo el que dió el beso primero.Me puso contra la mesa y pude sentir como sus manos descendían hasta mis pantalones y comenzaba a bajarmelos lentamente.
–Tom, me encantaría que en estos momentos seas Flash y dejes de ser una tortuga.–Le dije susurrando con una sonrisa.
–Calla ansioso.–
Comenzó a besarme el cuello que hizo que mi cabeza se heche para atrás.
Me quitó la camiseta y bajó mis pantalones del todo.
Su lengua se paseó por todo mi abdomen y fue directo hasta mi oído.
–Disfruta este príncipe azúl que pronto saldrá la bestia.–
Sonreí ante sus palabras.Sus manos apretaban mi trasero y mis manos su espalda.
Tire de su camiseta para
sacarsela y el me ayudó en el proceso.
De un tirón se sacó sus pantalones y sus boxers dejándolos en el suelo con mi ropa.Era gracioso como nuestras lenguas chocaban por los movimientos bruscos y torpes de nosotros.
Con una mano me agarró de la cintura y con la otra me agarró el trasero y me subió a la mesa corriendo las cosas que estában allí.Su mano entró en mí... 1... 2... 3 Dedos salían y entraban por mí agujero.
–Tom... Hum... Esto es un asco nosotros después comemos acá y...–Me interrumpió poniendo sus labios en los míos.
–Calla y disfruta.–Me agarró del brazo y prácticamente me obligó a bajarme de la mesa poniéndome de espaldas a él y al frente de la mesa.
Con su pie hizo tropezarme a propósito y casi que me partía la cara contra la mesa.
Mis brazos quedaron apoyados en la mesa con sus brazos arriba de los míos agarrandonos de la mano.Y de repente... Ya me estaba penetrando.
Con cada bestiada que el me daba me hacía sentir que estaba a un paso de ir al cielo.
Era tan...–¡Aaah!––Chillas como una puta–
Ya me podía imaginar esa sonrisa con malicia mientras decía esas palabras.–¡Calla!... Hum... Cállate.–
No me lo podía creer.
Estába... ¿Estába teniendo sexo con mí hermano?
Bueno trato de no pensar que es mi hermano mientras hacemos esto pero se me hacía imposible mirarlo a la cara sabiendo que sentía algo más que amor fraternal.
Ni siquiera se si esto está bien... Obvio que no.
Esto está mal.
Pero el tenía razón, mí corazón siente otra cosa.
Es muy cursi pero es la verdad.–Tom, no puedo más.–No sé si me había escuchado porque básicamente no podía hablar.
Las últimas dos penetraciones fueron las más fuertes y las más exitantes.
Ya no tenerlo dentro de mí fue molesto pero si seguía así más tiempo me iba a desmayar.
Me senté y apoyé la cabeza en la pared del comedor.
Tom hizo lo mismo.Hubo unos segundos de silencios Pero duro muy poco el silencio.
Tom comenzó a reírse sin fuerzas pero logró reírse.–¿De qué te ríes?–Le dije alzando una ceja y con una mueca.
–Esa cara... Eres muy lindo cuando terminas de hacer estas cosas.–Volvió a reírse.–Tú respiración acelerada, sudado, cara de placer...–Asintió con la cabeza.–Eres muy hermoso Bill.–