Capitulo 4

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Mierda que fue lo que había dicho...
Yo le dije... ¿¡Le dije que me gustaba!?
No, no, no, no esto no puede estar pasando, esto debe de ser una pesadilla.

Ni si quiera se por qué se lo pregunté y por qué yo le dije lo dicho.
Pero al segundo me arrepentí.

–Hum... Así que te gusto.–

–¿Qué?–Mi mirada se desviaba para cualquier otro lado que no sean sus ojos, no quería verlo.

Tom me miró con una ceja alzada.

–Ja, creí que eramos hermanos pero creo que tenemos que ser otra cosa para cumplir tus deseos.–

–¿Qué? No, no, no claro que no, no seremos nada y tampoco deseo nada.–Joder, joder, joder ¡Joder!
Quién me manda a mi a abrir mi puta bocota.

Rápidamente pegue un salto de mi cama y casi me caigo de culo al piso de no ser porque Tom me agarró de la cintura.

–Joder Bill te vas a matar.–

–Su-¡Suéltame!–De lo nervioso que estaba no podía ni hablar.

–Shh que despertarás a mamá y a Gordon idiota.–Me dijo poniendo un dedo en mi boca haciendo que me calle.

–Quedate tranquilo que no se despertaran  porque yo me voy.–

Mierda tan difícil es entender la palabra "¡HERMANOS!" Pero a la mierda parece que no lo somos con lo que hicimos recién y ayer a la tarde ya ni lo podía ver a los ojos creyendo que era mi hermano.
A un que me obligaba a creermelo ya era imposible y Tom me lo hacía a un más difícil.

Me detuve.

–Pero si esta es mi habitación el que se debería de ir eres ¡Tú!–Dije susurrando y a la vez gritando.

–Pff cómo quieras.–Dijo el agarrando su camiseta y dirigiéndose a la puerta para abrirla.

Al abrir la puerta pude ver a mamá con una ceja alzada.
Tragame tierra, tragame tierra...
¿Qué se supone que mamá debería de pensar al ver a sus dos hijos casi desnudos?

–¿Están bien?–Preguntó mamá como si fuera lo más normal que haya visto.

–Si ¿por qué?, ¿qué pasó?–Preguntó Tom.
Gracias Tom.
El seguro suponía que no podría hablar porque me quedé en shock.

–Escuché algunos ruidos hasta escuché gritos y pensé que les había pasado algo.–Respondió mamá.
–¿Tom qué hacés a estas horas en la habitación de Bill?–
Oh mierda ¡Mierda!
Por favor Tom no digas nada por favor te lo pido, te lo ruego, te lo suplico no le digas nada.
Todo eso se podría decir que estaba diciendo con la mirada que le lancé a Tom suplicando que no se le escape ninguna palabra.

–Yo también creí haber escuchado ruidos y gritos supuse que era Bill y vine corriendo a ver si le había pasado algo.–
¡Genial, de paso quedaba bien con mamá! Estúpido Tom.

–Que buenos hijos que me tocaron se cuidan mutuamente.–
Dijo mientras nos acariciaba la mejilla a los dos.

Los dos sonreímos con la más falsa sonrisa que nos salió.


10:07AM:

–¡Buenos días chicos!–Dijo Gordon. El más alegre de la casa.
Creo que si el no estaría en nuestra casa sería el lugar más deprimente que podría existir.
Mamá como siempre nunca estaba.
Gordon tampoco.
Solo estábamos el y yo.
Claro no siempre en casa pero si nosotros no estuviéramos en casa, la casa parecería abandonada.
A veces mamá nos dejaba el desayuno, almuerzo o cena en la mesa con una nota.
"Chicos lo siento no podré venir
a cenar y Gordon tampoco pero,  les dejo unas pizzas en el horno para que cenen.
los quiere: Mamá."
O cosas así.
Vaya que deprimente.
Hasta cuándo nos graduamos ella faltó.
Pero bueno que se le puede hacer, si ella no trabaja no hay casa.

Amor De EngañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora