Me presento, soy...

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Los recuerdos de su muerte y de sus momentos como fantasma golpearon a Wilbur, su respiración se entre corto y podría haber tenido un ataque de pánico si no fuera que su mente se concentro en solo un hecho, Luzu, tenía que salir de aquí y encontrar la manera de ayudar a su amado.
Recupero la compostura y miro alrededor, seguía solo viendo oscuridad, también una gran presión parecía querer aplastarlo o más bien comerlo.

-Sigues aquí ¿Verdad?- Hablo a ciegas y una risita se escuchó haciendo eco.

-Lo estoy- Parecía que el ser que anteriormente intento engañarlo aún lo observaba.

-Dijiste que me dejarías ir con Luzu- Réplico y trato de identificar dónde estaba el ser oscuro.

-Aja, dije que lo cumpliría-

-¿Entonces porqué estoy aquí?-

-Oh, tú Luzu está aquí- Esa declaración hizo que Wilbur se comenzará a desesperar ¿Podía creerle al que intento engañarlo? -No seas tan desconfiado- Le respondió como si leyera sus pensamientos. -Soy un dios, cuando prometo algo debo cumplirlo, después de todo mi palabra es divina-

-¿Eres un dios?- Esto parecía un mal chiste pero si era verdad, entonces Luzu se encontraba aquí.

-Dificil de creer ¿No?- Por un momento Wilbur sintió como si le acariciaran la mejilla. -Eres lindo- Una expresión de disgusto ante el halago fue lo hizo el castaño y el dios solo rió.

No le agradaba está deidad la cual parecía tener un raro interés en él pero si había aprendido algunas cosas de Kris y Philza es que los dioses no podían mentir cuando se trataba de promesas o tratos, aunque eran más de dejar huecos o decían las cosas a medias, seres tramposos y engañosos.

-¿Me dirás que es este lugar?- Decidió ignorar los halagos o caricias.

-Podria pero ¿Qué tendría de divertido?- Wilbur quería volver ha asfixiarlo.

Esto sería una perdida de tiempo, así que decidió no hablar más con aquel dios y comenzó a caminar sin un rumbo fijo, no había nada con lo que guiarse así que solo esperaba poder encontrar a Luzu y después la salida, lo llevaría cargando durante todo el camino si era necesario pero no sé iría de este lugar sin Luzu.

Para su desgracia el dios no parecía gustarle la idea de ser ignorado.

-Hey, Wilbur- llevaba 10 minutos llamandolo. -Wil, Wil, Wilbur~

-¡Ahg Cállate!- cubrió su rostro con sus manos y soltó un suspiro. -No me vas a ayudar así que déjame sólo-

-Eres cruel- Eso sonó algo sincero, fue extraño para un dios que parecía disfrutar molestando. -Estoy siendo considerado contigo y solo me ignoras ¡Ni siquiera haz preguntado por quien soy!-

Y el castaño harto de lo que parecía ser una rabieta de un niño, tomo aire.

-¿Quién eres?- Esperaba que cumplirle el caprichoso lo mantuviera callado después.

-¡Ah! Lo preguntaste- Se escuchaba feliz. -Me presentó- Un remolino de niebla negra que solo se podía destinguir del resto de la oscuridad por un aura rojiza a su alrededor se formó frente a Wilbur, está vez tenía una figura humanoide con cuernos. -Soy Beelzebub-

Para ser una deidad obviamente oscura se presentó de una manera muy amigable, incluso Wilbur considero que tal vez solo quería un poco de atención.

-Beelzebub- Ese nombre le sonaba. -¿Que tipo de dios eres?-

-Uhm es algo difícil de explicar pero digamos que soy una manifestación de la gula- Las manos del dios señalaron alrededor. -Este lugar es mi territorio, fui sellado y ahora me usan como basurero- Parecía haber estado solo demasiado tiempo.

-Espera si eres la "gula" y este es un basurero- Las piezas se unieron. -¿Me vas a comer?- Por un instante tuvo miedo del dios.

Pero la deidad negó ligeramente. -Eres interesante además entraste aquí por accidente así que no te haré nada, seguramente te sacarán pronto- Le estaba sorprendiendo lo fácil que era dialogar con está deidad.

-¿Luzu también entro por accidente?- Otra vez sus pensamientos fueron a su amado.

-Enserio debes tener una conexión con ese chico-

-Es mi alma gemela- Afirmó.

Ante esto el dios repentinamente se sentio ligeramente culpable, podía comprender mejor porque lo mandaron a entretener a este chico.

-Lo siento por ustedes- Fue lastima sincera.

-¿Porqué lo sientes?- Un sentimiento de inquietud solo crecía más en Wilbur.

-Luzu... Él fue mandado aquí para ser comido, en pocas palabras borrado-

Los ojos de Wilbur reflejaron genuino pánico y tomo al dios del cuello una vez más, en esta ocasión la deidad no intento librarse, de todas formas no podría matarlo simplemente usando sus manos.

-¡No lo hagas! ¡Deja ir a Luzu! ¡No te atrevas a comerlo!- Rabia y desesperación estaban impregnadas en sus gritos.

-Lindo, no es algo que yo pueda decidir- Se mostró disgusto ante sus palabras. -Este trabajo no es algo que disfrute- Tomo un brazo de Wilbur, no hizo fuerza solo quería transmitirle que hablaba enserio.

El tacto gentil hizo que el castaño se diera cuenta que en verdad la situación estaba fuera del control de Beelzebub, sus manos abandonaron el cuello de la deidad y unas pequeñas gotas de agua comenzaron a caer por sus mejillas.

-Luzu...- No iba ha aceptar este hecho. -Quiero verlo, llévame con él- Por las palabras de Beel, sabía que Luzu se encontraba aún en este lugar.

La deidad dudo, no pensaba que la escena en la que se encontraba Luzu fuera a gustarle al contrario pero tampoco podía hacer mucho más por ellos, así que tocó el hombro de Wilbur y lo llevo a una parte más profundo de su territorio. Ahí encerrado en lo que parecía una cúpula de cristal se encontraba tirado Luzu y una persona completamente vestida de negro estaba acostada a un lado suyo, abrazando al castaño.

-¡Luzu!- Wilbur golpeó la cúpula. -¡Luzu! ¡Luzu!-

Llamaba en vano, lo sabía pero siguió repitiendo el nombre con esperanza de que llegara hasta el castaño que parecía estar en un profundo sueño, además de seguir golpeando con todas sus fuerzas como si era fuera a destruir lo que los separaba.

-Hey tranquilo- Beel se acercó para detenerlo, hizo que se girará a verlo y noto como las pocas lágrimas de hace un momento ahora era un llanto incontrolable por parte del castaño.

Soy tan inútil, ojalá puediera ayudarlos. Penso Beel y se atrevió ha abrazar a Wilbur en un intento de consolarlo, no era como si pudiera hacer mucho más. Y una vez más su odio hacia la incompetencia de los dioses "buenos" creció.

No puedo creer que la gente le recé a seres que hacen este tipo de cosas. Pero claro, los dioses oscuros tenían que ser los malos y aunque había unos realmente crueles, en su mayoría no eran así, simplemente eran deidades que se negaron a las reglas celestiales, que conservaron sus almas y dejaban fluir sus emociones, dioses imperfectos que las otras deidades expulsaron porque les horrorizaba convivir con seres tan parecidos a mortales pero igual o más fuertes que otras deidades.

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¡Hola a todos!

Aquí ya se descubrió al dios dueño del basurero y claro un poco más de los dioses oscuros~ ¿A qué son lindos? Jaja

Por cierto les he traído casi diario un capítulo de esta historia pero quiero también avanzar en otras así que probablemente actualicé cada dos o tres días, espero entiendan ♡

¡Os quiero!

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