El espejo

¿Demasiado tarde?

Solo diré... ¿Porqué cantan victoria tan rápido? 😈 La neta me reí al ver como festejaban que por fin estaban "juntos" ¿No ven que soy experta en que las cosas sean trágicas?
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Beel se acercó a Heberon el cual había sido lanzado a un lado como si de un simple saco de papas se tratara, cuando estuvo lo suficientemente cerca lo vio, grietas en el cuerpo de Heberon extenderse lentamente como si fuera una pieza de cerámica apunto de romperse y Beel se sintió culpable.

-Pequeño Heberon- Aunque lo dijo en un tono suave todo el cuerpo del dios que se encontraba tirado tembló.

-Solo mátame, termina de una vez por todas con esto- Había miedo en su voz pero seguía manteniendo se firme aparentando que no le importaba. -Merlón acabará el trabajo y no podrás hacer nada entonces esos dioses...- Se encogió del dolor terminando en posición fetal.

Beel simplemente no podía ver esto, ese niño tímido que se mantenía aferrado a la ropa de los demás dioses mientras asomaba su cabecita de manera curiosa y hablaba entre murmullos tiernos ahora estaba al borde de morir... ¿Cómo acabo así? ¿Por venganza?

-No te mataré- No podía, simplemente le era impensable.

-Solo házlo- Heberon pidió mientras su cuerpo seguía temblando. -Soy inútil incluso ahora, solo termina el trabajo- Y se escuchó un gimoteo seguido de otro más.

Beel no pudo soportar mas la escena y se inco para tomar entre sus brazos al frágil cuerpo de Heberon que estaba sufriendo por las grietas que lo desquebrajaban desde el interior, tenía el tiempo contado.

Cerca de ellos la pareja de tortolos se encontraba abrazada, Wilbur tenía entre sus brazos a Luzu con tal fuerza que probablemente le estaba lastimando pero al parecer eso no le importaba a Luzu que permitió aquel agarré.

-Estas despierto, estás conmigo... Ahora sí estás conmigo- Unas cuántas lágrimas mojaron el hombro de Luzu.

-Sí- Wilbur sintió una palmadita en su espalda. -Tranquilo chico-

Cuando escucho que Luzu lo llamo "chico" inmediatamente levanto su rostro para mirar al castaño, este era su Luzu, Beel le dijo que este era y se veía igual, entonces ¿Porqué no lo llamaba Wilbur? La calma que había tenido cuando abrazo a Luzu se desvaneció.

-Luzu... Tú...- Tenía miedo, tenía pánico, no quería saber si sus sospechas eran correctas.

-¿Cómo me conoces?- Eso se sintió como una estaca en el corazón.

Esto tenía que ser una maldita broma, una de muy mal gusto, seguramente aún estaba en aquella pesadilla, tenía que estarlo.

-Soy tu alma gemela- La voz de Wilbur sonaba extramadamente triste, miro los ojos de Luzu, aquellos hermosos orbes color rubí ahora mismo se encontraban carentes de brillo casi parecían muertos. -Soy la persona que te ama con locura y que ha amenazado a más de un dios por ti- La mano de Wilbur se acercó al rostro de Luzu y acaricio la mejilla del que ahora parecía un cascarón vacío.

¿Llegue muy tarde? Lo perdí. Sin darse cuenta la sonrisa que tenía en su rostro tembló. Luzu que estaba poniendo atención a las acciones y palabras del chico frente a él simplemente se dejó hacer, no reconocía a aquel tipo de mechón blanco y ojos castaños pero parecía que no mentia en sus palabras.

-Entiendo- La voz de Luzu era monótona. -Lamento no reconocerte, parece que en verdad me amas-

Una pequeña risa salió de los labios de Wilbur, no era de alegría claro que no, era una risa parecía a un llanto, se rió en vez de llorar porque en este punto ya no le quedaban más lágrimas, se había roto aquel pequeño hilo que dividía la desesperación de la locura.
Esto era un millón de veces peor que cuando perdió L'manburg.

-Te sacaré de aquí- Por ahora se centraría en esa meta, había prometido que saldría de aquí con Luzu, aunque ahora sus métodos podrían ser algo cuestionables.

Wilbur se levantó dejando a Luzu aún sentado y se acercó al par de dioses oscuros, tenía un par de cosas que preguntar y una pequeña cuenta que saldar.

-Uh ¿Wil..?- Beel iba a preguntar si algo pasaba cuando Wilbur lo jalo del cuello para lanzarlo lejos de Heberon.

El dios que estaba al borde de la muerte solo vio esto con una sonrisa, tenia una idea de lo que Wilbur planeaba hacer, probablemente le exigiría que le regresará los recuerdos a su querido Luzu, y eso es lo que hubiera hecho Wilbur si no se hubiera roto la división de locura y desesperación.

-Tú- Wilbur le dió una patada en el abdomen a Heberon. -Estas- Lo tomo del cuello y alzó prácticamente asfixiando lo. -Muerto- Y Heberon vio por primera vez unos ojos que solo podrían ser comparados con la misma diosa de la muerte.

Las manos de Wilbur se clavaron en el cuello del dios no solo evitando que respirara si no que habriendole heridas, las grietas de ese lugar se hicieron más grandes era como si Wilbur estuviera apretando un vaso de vidrio, en cualquier momento se haría añicos por la presión.

-¡Basta!- Beel se acercó para intentar detenerlo pero cuando los ojos de Wilbur se clavaron en él se congelo.

Era una mirada escalofriante, cualquier dios podría sentir miedo por su existencia al verlo, Beelzebub no estaba seguro de poder detener a Wilbur.

Parecía que Wilbur Soot estaba apunto de convertirse en un asesino de dioses.

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¡Buenos días! Jaja digo días porque ya son la 1 AM al publicar esto.

No iba a publicar este capítulo hasta dentro de unos tres días pero es que no podía dejarles con el buen sabor de boca de "Ya se encontraron los tortolos" tienen que sufrir porque yo lo digo.

¡Y una pregunta! ¿Cómo conocieron está historia? Me gustaría saber como se enteraron de la existencia de "El espejo"

Ahora sí, los veo en unos ¿3 días?

¡Os quiero!