Café Americano.

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Lunes en la mañana, suena la alarma con su tono de siempre recordándome que tengo que ir a ese sitio chupa almas... digo al café a trabajar si eso, esto a veces me hace pensar ¿Por qué trabajo? A si, por el cochino dinero.

Me levanto con cuidado para no tumbar a Starr ni a la Sra. Céline de mi cama, esas gatas son más dueñas de mi casa que yo.

Hago mi rutina de todos los días frente al espejo del baño. Tengo que ir a la peluquería, ya parezco cantante de pop asiático. Hoy tal vez debería peinarme...nah, pérdida de tiempo, ¿un cambio de color? No, el color negro me luce como contraste a mi piel clara. Me ducho y me cambio a una ropa cómoda y al salir del baño me trago casi de un bocado un sándwich de jamón que deje en el microondas anoche.

- Bueno Srta. Starr, Sra. Céline nos vemos más tarde, tratare de comprarles hoy algunos bocadillos. - Termine de colocarme los zapatos para acariciar rápidamente a mis dos gatas Angoras antes de tomar mi bolso y salir corriendo fuera del apartamento.

- Ese niño volvió a dejar su apartamento abierto. - La señora de la tercera edad que vivía en el apartamento al lado de Moon salió un momento y cerró la puerta del antes mencionado. - ¿Qué iras hacer cuando me mude de este lugar chico? - La señora interrumpió su conversación al escuchar una llamada.

Saco su pequeño celular de tapa de su bolsillo y atendió el teléfono como recordaba que le habían enseñado sus nietos el mes pasado.

- ¡Oh! Hola, ¿Cómo estás?... ¿Hoy vendrás a revisar el apartamento? ¡Claro, no hay problema! Te encantara este vecindario y los vecinos, eso es lo mejor. - La Señora volvió a entrar a su apartamento sin olvidar cerrar la puerta.

...

Aún estoy temprano para ir al trabajo, miro mi reflejo a través de los vidrios de los distintos locales, ¿Qué habrá visto Ymir en mí? Tengo que explicarle que no quiero estar en una relación...eso solo es una pérdida de tiempo, preocuparte por otra persona, de si está bien, de que no este triste, de que se sienta amada...ya perdí mi tiempo una vez, no lo quiero volver hacer.

No me di cuenta que me había detenido a mitad del camino y la gente se me quedaba viendo, desvié la mirada bajando la cabeza y comencé a caminar más rápido.

Tampoco quiero que Ymir me odie, me costó mucho que socializara más en el local. Recuerdo cuando el comenzó a trabajar allí, siempre pensé que mi mirada daba miedo a los demás, hasta que lo vi a él, su aura aterraba, pero las apariencias engañan.

Una pequeña risa salió de mi al recordar como no sabía usar la nueva máquina de café, se terminó llenando el rostro de aquel polvo oscuro, eso dio paso a que pudiéramos tener una charla más amigable al irle explicando su funcionamiento. A partir de ese momento siempre hablaba conmigo.

Llegue al pequeño local, trabajo en un pequeño ciber café karaoke en el centro de la ciudad, es bastante moderno y dinámico, a decir verdad. Hace poco agregaron tables a las mesas para escoger el pedido de forma automatizada. Las salas de karaoke son privadas y se encuentran en el segundo piso del edificio, en la tercera planta hay una terraza para eventos privados. Los colores pasteles que decoran el piso lo hacen ver más cálido y amigable para los clientes. Aunque eso hace creer a los chicos que pasan por aquí que aquí solo trabajan chicas por la decoración un tanto afeminada. En lo personal me gusta, le da un toque delicado al establecimiento.

     Fui a la zona de atrás donde hay dos puertas, una da a la sala de descanso y vestidores, mientras que la otra da a la cocina del local donde ya huele a panecillos

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Fui a la zona de atrás donde hay dos puertas, una da a la sala de descanso y vestidores, mientras que la otra da a la cocina del local donde ya huele a panecillos. Entro a la de los vestidores y me comienzo a cambiar.

     Soy el tercero en llegar al sitio, solo vi a mi jefe haciendo unas cuentas en el salón de descanso, es un hombre de entre los treinta y cuarenta años, aunque mantiene una vida saludable que ha logrado que su apariencia sea de un tipo de apena...

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Soy el tercero en llegar al sitio, solo vi a mi jefe haciendo unas cuentas en el salón de descanso, es un hombre de entre los treinta y cuarenta años, aunque mantiene una vida saludable que ha logrado que su apariencia sea de un tipo de apenas veinte, si no fuera por esa línea blanca que se le refleja con más notoriedad en su cabello castaño oscuro y esas pequeñas arrugas entre sus cejas gruesas, aunque eso lo hace ver más maduro y apuesto.

- ¡¿Qué me está pasando?! Se nota que me hace falta contacto humano, a este paso voy a terminar diciendo alguna tontería en el momento menos indicado. - Dije para mi mientras cerraba el locker con mi nombre al terminar de cambiarme. - Debo de dejar de comer tantos panecillos en el almuerzo. – Mire el pequeño bulto que se notaba a través del delantal, aunque muy sutilmente se podía pasar por una arruga del mismo.

- Ja, estas gordo. - Me pegue del susto a mi locker al escuchar la voz al lado mío.

-Necesitas un cascabel o algo, casi me matas de un susto Edén. - Exclame agarrando mi pecho para ayudarme a respirar debido al susto.

-Si soy silencioso, pero mortal. - comento terminando de colocarse el delantal con el logo del café.

-Mortalmente idiota querrás decir- Lo corregí antes de comenzar a caminar junto a él fuera de los vestidores.

-Si tardaban más hasta yo hubiese malpensado lo que hacían allí adentro. – A Demian, no le gusta que lo veamos cambiarse, por eso casi siempre llega con el uniforme al café. - Ymir se ve más animado hoy. - dirigió su mirada hacia mí. - Hasta me dijo ¡Buenos Días! - Lo mire alzando una ceja. - Mayormente el solo me dirige una mirada de reojo y una pequeña reverencia.

- ¡Eh! Bueno bien por él. - sonreí incomodo, eso explica el olor a panecillo que salía de la cocina.

Sali del salón de descanso a la puerta de vidrio de la entrada principal donde había un cartel colgado que decía abierto, lo gire para darle apertura al local el día de hoy.

Espero que el sábado de esta semana no vuelva a ocurrir una sorpresa.

...

Buenas, mucho gusto. Esto solo es una nota de aclaración.

(...) Estos puntos significan saltos de tiempo en la historia y hablando de saltos de tiempo, otra pequeña aclaratoria, la historia transcurre en una narración que no está en orden. En un capítulo se pueden explicar eventos del pasado y en otros transcurrir lo que ocurre actualmente, ese es el chiste de este tipo de narración, crear un reto al lector de ordenar las partes de las mismas.

También estaré explicando la apariencia de cada personaje poco a poco. 

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