Fiesta

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Con Chelsea, decidimos ir hasta mi casa a buscar ropa para quedarme en casa de ésta. Ella no dudó en acompañarme.

Ingresamos a mi casa y Chels silbó ruidosamente.

- Me gusta tu casa- dijo mirando a todos lados. – Es muy hermosa. Yo solo asentí y le indiqué que subiera conmigo a mi habitación.

Entramos y Me dispuse a ir al armario a sacar lo necesario.

- Lleva ropa de fiesta, no sé... un top, un vestido o una falda. – Gritó Chelsea desde mi cama. – Iremos a una fiesta mañana en casa de Louis.-

- Ok- respondí gritando también. Siento mi celular vibrar, es una llamada.

"Hola cariño, ¿Cómo estás? – Pregunta mi padre desde la línea.

"Estoy bien" – Respondo

"¿Cómo es eso de que te vas a una casa de una desconocida?"- Pregunta inquisitivo.

"No es una desconocida padre, se llama Chelsea y vive a unas cuadras de aquí. No seas paranoico, estaré bien" –ruedo mis ojos.

"Como digas... sabes que siempre me preocuparé por ti ¿Verdad? Eres mi sol."

"Y tú eres mi luna pa" Sonreí tiernamente. Era nuestro dicho. Siempre, desde que tengo memoria, nos decimos eso. Es nuestro mantra.

"Ok, ok. Te amo hija. Que la pases bien y ¡Nada de chicos! ¡Te estoy vigilando"

"¿Ah? ¿Qué papá? Se co... r... ta... la... la... ma... da... ¡Adiós! –Corté la llamada. Siempre que habla de chicos le hago lo mismo.

Sonrío tiernamente. Daría mi vida por ellos. A pesar de que no son mis verdaderos padres, siempre me vieron como si hubiese salido de cada uno, como si su sangre fuese mi sangre. Mi madre biológica murió en un accidente automovilístico. Mi padre era su mejor amigo en ese entonces, él me vio nacer y no dudo ni un segundo en adoptarme junto con su esposa. No sé nada acerca de mi padre biológico. No sé si está muerto o nunca me quiso, o mi madre lo dejo... muchas teorías rondaron por mi cabeza cuando me dijeron eso. Me parezco físicamente a mi madre biológica. Cabello naturalmente castaño, ojos marrones y labios gruesos. Claro, ahora está azul. Me enseñaron una foto de ella cuando yo tenía diez años. En ella salía hermosa. Su sonrisa era autentica, no falsa y se veía feliz.

No me voy a poner triste en éstos momentos.

Agarro lo necesario y lo meto en una mochila negra de cuero.

Salimos de mí casa y ambas nos vamos caminando hasta la casa de Chelsea. Al llegar se escuchaban gritos desde el segundo piso y ella rio acostumbrada a ello. Nos dirigimos hasta arriba y abrimos la puerta de donde procedía el ruido. Todos los chicos se encontraban en una guerra de videojuegos. Reí por lo bajo.

Entramos a la habitación de Chelsea, es muy hermosa. Llena de posters de diferentes artistas y frases de escritores en la pared.

Me senté en su cama mientras ella se dirigía a su baño. Me vino a la mente la fiesta de Louis. Hace tanto tiempo que no voy a una. ¿Tengo ganas de ir? Pues no lo sé. Pero la curiosidad me invade así que creo que iré.

{...}

Hoy me desperté súper tarde, a Chelsea se le ocurrió ver películas de terror hasta las cinco de la mañana. Razón por la cual estoy tratando de tomar una siesta a las cinco de la tarde. Seh, a esa hora.

Siento mi celular vibrar abajo mío. ¿Cómo llegó ahí? Rebusco y revuelvo todas las sabanas hasta encontrarlo. Número desconocido. ¿Quién será?

Stockholm Syndrome [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora