"Soy la espada en la oscuridad. Soy el vigilante del Muro. Soy el fuego que arde contra el frío, la luz que trae el amanecer, el cuerno que despierta a los durmientes, el escudo que defiende los reinos de los hombres"
La casa Targaryen es destruida...
"Ash..." Dijo Ned al entrar a su habitación. Estaba tan hermosa como la última vez que la vio. Su largo cabello negro cayendo sobre sus hombros, su hermosa piel clara, sus ojos púrpuras risueños que no eran ya no se reían porque estaban llenos de dolor.
Ella le sonrió con tristeza. "Ned..." Se levantó y lo abrazó y él le devolvió el abrazo. Echaba de menos estos momentos. Harrenhal era una pesadilla para la mayoría, pero para él representaba los momentos más felices de su vida. La conoció, bailó con ella, rió con ella, la besó, se enamoró de ella y de alguna manera, ella también se enamoró de él.
Las lágrimas amenazaban con salir, porque sabía que ese sería el último momento que tendrían de esta manera. Simplemente disfrutó el momento.
“Te extrañé… tanto” susurró Ned mientras acariciaba su cabello.
"Yo también... no tienes idea" susurró Ashara mientras se enterraba su rostro en su cuello.
"Ash, quiero disculparme... mi promesa..." fue interrumpido cuando ella lo besó. El beso fue lento, lleno de amor. Se sentía culpable. Tenía una esposa, pero se sentía tan bien. Ned simplemente se dejó derretir en el beso y abrazó al amor de su vida. Cuando ella rompió el beso, él estaba sonrojado por todos los sentimientos que un solo beso despertaba en él.
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"No es tu culpa. Es de Aerys y Rhaegar. Esos dos causaron esta locura, no tú." Dijo Ashara mientras sus hermosos ojos violetas miraban directamente a los grises de Ned.
La abrazó una vez más y esta vez fue él quien enterró su rostro en su cuello. "No la amo... No quiero tener nada que ver con los Tully ni nada por el estilo... No quiero ser el Señor de Winterfell. Todo eso era para Brandon, no para mí... Lo único que me animó fue encontrar a Lyanna y a los niños... y verte una vez más."
Ashara le dedicó una amplia sonrisa mientras las lágrimas corrían por sus mejillas, y luego se inclinó para capturar sus labios en otro beso amoroso. Se besaron con más pasión ahora, derramando todo el amor que tenían el uno por el otro. Ned sabía que esto estaba mal, pero no podía negar sus sentimientos y su amor por Ashara en este momento.
"Te amo." dijo Ashara, presionando su cuerpo contra el de él.
"Yo también te amo." La amaba más allá de lo que uno era capaz de amar. Después de retroceder para respirar, capturaron los labios del otro con más hambre. Sus manos vagaban por el cuerpo del otro mientras sus lenguas luchaban por el dominio en esta pequeña pelea que tenían. Ashara pareció rendirse a Ned porque él tomó el control y Ashara gimió de una manera que despertó su sangre de lobo.
Ella comenzó a quitarle la ropa mientras él hacía lo mismo con la de ella. En un abrir y cerrar de ojos estaban desnudos y no vio nada más que la perfección y la diosa frente a él.
