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La primera semana de universidad siempre era caótico, coordinar horarios memorizar las ubicaciones de los salones y los nombres de los profesores, nuevos compañeros. Implementar una rutina nueva era algo que todavía le dificultaba a Sunghoon. Se había acostumbrado tanto a ponerse el uniforme e ir al instituto para luego salir a divertirse con sus amigos, su única preocupación en ese entonces era aprobar los exámenes. Ahora, sin embargo era diferente.

Esta nueva vida universitaria dependía cien por ciento de la capacidad y voluntad de él mismo. No había un profesor que estuviera persiguiendolo para que estudiara más, tampoco tenía su mamá repitiendole que se vistiera de forma decente o que comiera saludablemente. No se quejaba en realidad, en cambio tenía más libertad y menos presión social, más que todo esto tenía a Sunoo a su lado.

Cuando terminó de cambiarse salió hacia el comedor peinando su cabello mientras se sentaba en la mesa desde donde veía la espalda de Sunoo moverse por la cocina con tranquilidad, parecía estar muy concentrado en lo que hacía decidió quedarse callado y solo disfrutar de aquella imagen.

Cuando Sunoo se dió la vuelta soltó un grito ahogado saltando hacia atrás.

-Ah-...Que mierda haces ahí?! Me asustaste!!

Dijo mientras llevó los platos de comida hacia la mesa.

Sunghoon rió antes de hablar:-Es que te veías muy concentrado y no quise molestarte.

-Actuando como un fantasma...no es divertido Sunghoon. No aparezcas así de repente en silencio.

Una de las cosas que Sunghoon había descubierto viviendo con Sunoo es que él realmente sabía cocinar muy bien. Además de eso se dió cuenta que, aunque era muy ordenado y limpio, le costaba un poco hacer algunas tareas del hogar, como por ejemplo el reciclaje de la basura o doblar la ropa limpia, tampoco era muy fan de lavar los platos sucios. Estos pequeños detalles que Sunghoon había descubierto lo hacían aún más encantador. Se dió cuenta que Sunoo no era una persona perfecta y que a pesar de ser estricto era un poco flojo en algunas cosas.

-Toma.- le acercó el plato de comida mientras decía:- come y vete rápido.

-Gracias por la comida cariño.

-No me llames de esa forma.-Sunoo arrugó su rostro en una mueca antes de tomar un bocado de arroz en su cuchara.

-Por qué no? Así es como se llaman las parejas. Nosotros prácticamente ya estamos casados. Mi lindo esposo.-Sunghoon bromeó.

Sunoo volvió a mostrar una expresión en desacuerdo, cuando terminó de comer respondió:- Quien es el esposo, Huh? Deja de decir estupideces! Aquí nadie se casó y tampoco lo hará.

Sunghoon rió, una de las cosas favoritas que le encantaba hacer era avergonzadar a Sunoo, era tan fácil ponerlo nervioso su rostro se pintaba de un color rosado haciéndolo ver aún más adorable. Amaba verlo de esa forma.

-A que hora es tu primera clase?.- Preguntó el menor cambiando de tema.

Sunghoon:- A las diez. Y el tuyo?

Sunoo comió otro bocado de arroz antes de responder:- Once y media. Hoy solo tengo tres clases, termino a las cuatro.

Sunghoon trató de recordar cuántas clases debía tomar hoy y que hora terminaría pero no logró recordar ninguna así que tomó su celular y vió la planilla que la universidad le había enviado por correo unas semanas atras, verificó las clases y cálculo el horario. Cuando levantó su mirada hacia Sunoo le dijo:- Yo termino a las tres y media. Que te parece si te espero y volvemos juntos?

-No es necesario, puedes volver antes.-el castaño bebió su vaso de jugo sin agregar nada más. En realidad él sí quería que Sunghoon lo esperara, desde que habían iniciado la universidad era casi imposible hacer que sus horarios coincidieran y nunca podían encontrase en el campus. No lo diría en voz alta pero en realidad Sunoo tenía una pequeña fantasía de pasear con su novio en el campus, sentarse en una banca y beber algo o compartir una comida en la cafetería. Pero tenía una cara delgada y sentía que ya había perdido suficiente por el simple hecho de vivir con él.

TFW...(The Feeling When)- SungSun.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora