Sólo somos tú y yo

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Alex

Los días pasaron desde el incidente en mi casa, todavía me sentía muy mal por haber hecho eso, pero lo sobrellevaba como podía, porque quería que todo saliera bien con Noah. Hoy iría a recogerlo a su casa, pues daríamos un paseo por el centro de Santa Mónica, donde él vivía. Dijo que sería lindo caminar por ahí de la mano comiendo helado, y sinceramente me emocionaba demasiado. Subí a mi motocicleta y llegué en menos de quince minutos, creí que haría más desde Barry Avenue, pero no. A veces me costaba mucho trabajo moverme en California, sinceramente no terminaba de acostumbrarme a pesar de llevar ya un par de meses viviendo aquí, todo era raro. Me estacioné al lado de un auto, uno de los dos que sus amigos tenían y que compartían de vez en cuando. Me bajé y quité el casco para ir a tocar la puerta, jugué con mis dedos algo ansiosa. Un chico de pelo largo y barba me abrió la puerta, creo que él era Jolly, pero no estaba segura, la verdad no solía saber quiénes estaban en las bandas que me gustan, de Bad Omens había visto un par de fotos, por eso sabía cómo se veía Noah antes de la entrevista, de otra forma seguramente no hubiera sabido quién era cuando lo conocí en persona.

- Hola, tú debes ser Alex. - Asentí y agité la mano para saludar. - Yo soy Jolly, pasa. - Le agradecí bajito y pasé un poco tímida. Jolly era muy agradable, tenía una vibra muy relajada. - ¿Quieres tomar algo? Creo que Noah tardará un poco.

- Ummm, un vaso con agua, por favor. - Respondí. Me sentía bastante nerviosa, pero bueno, eso me pasa muy seguido en los últimos días. Jolly se fue a buscar el agua, yo me quedé en la sala de estar admirando todo a detalle. Era un lugar muy bonito, se notaba el toque de Noah por todos lados, lo que hacía que el lugar se sintiera como un hogar. 

- Toma. - Me tendió un vaso con agua. Ni siquiera noté cuando regresó.

- Gracias. - Bebí. Abrí mi chaqueta de cuero, la que siempre usaba para subir a la moto, aunque para el clima de California era terrible, hacía mucho calor. - Así que... ¿Ustedes están juntos en la banda? - Jolly asintió. 

- Sí, deberías vernos algún día en vivo. - Sonreí.

- Me encantaría, la verdad. 

- ¿No quieres sentarte?

- No, gracias. Venía en la moto y es cansado estar sentada allí. 

- Bueno. - Soltó tranquilo, seguido de una risita. - ¿Desde cuándo trabajas con Ash? - Se sentó en el sofá.

- Desde hace como un año estamos en contacto, firmamos el contrato para la co-escritura hace ocho meses, y luego hace seis me mudé aquí.

- ¿Y cómo te sientes viviendo aquí? Es decir, tengo entendido que no eres de Estados Unidos.

- Sí, soy de México, y la verdad el cambio cultural es algo duro, la gente en mi país es más cálida y amable, sin ofender. - Se rió.

- Yo tampoco soy de aquí. - Ladeé la cabeza con una mueca graciosa.

- ¿De dónde eres? - Ya me sentía bastante en confianza, sentía que podía ser buena amiga de Joakim. 

- Suecia. - Continuamos hablando sobre lo raro que es ser extranjero y cambiar tu vida de repente por vivir en otro país. ¡Por fin! Alguien que entendía lo que me pasaba. 

- Hola, chicos. - Noah salió de un pasillo al fondo. - Perdón por tardar. - Llegó hasta mí para darme un beso corto en los labios y abrazarme por la cintura, de inmediato sonreí. 

- Está bien, hablaba con Jolly sobre lo feo que es vivir en otro país. - Reímos. 

- ¿Estás lista? - Me tomó de la mano. Asentí arreglando un poco mi pelo despeinado por el casco. - ¿Puedo dejar mi casco y mi chamarra aquí? 

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