P.O.V. Izuku
— Todo está muy tranquilo. — oí que murmuraba Keigo a mi lado. Yo me limité a asentir sin mucho ánimo. Todo lo que había ocurrido la madrugada anterior seguía rondando por mi cabeza sin parar. — Izuku, necesito que te centres.
— Lo siento. — agité la cabeza y analicé la calle con mayor detenimiento hasta encontrar al objetivo de esta noche, Native. No era un héroe corrupto como The Fly y otros cuantos que había por la zona; pero su ruta de patrullaje pasaba cerca del almacén sospechoso que había encontrado la noche anterior, por lo que tiene muchas papeletas de ser el siguiente objetivo del asesino de héroes.
— Sé que es difícil, pero ya pensarás luego en la bronca que nos va a dar tu padre. Ahora tenemos que estar centrados en la vigilancia. — tragué saliva con solo imaginarme lo que me esperaba en el futuro, pero hice caso a sus palabras y me obligué a concentrarme únicamente en los alrededores del héroe al que estábamos siguiendo.
Nada parecía fuera de lugar, al menos hasta que vi llegar a la zona de patrulla al mismísimo Endeavor, acompañado de Todoroki. Tuve que parpadear varias veces para confirmar que no estaba teniendo una alucinación. El héroe nº2 está demasiado lejos de su zona de patrullaje para ser cierto. Además, estaba haciendo una pasantía con su hijo, ¿qué narices hacía en Hosu?
— Parece que no somos los únicos que estamos de caza. — indicó Hawks a mi lado mientras miraba en la misma dirección que yo. — No me sorprende que esté aquí. La verdad es que su necesidad de destacar se está convirtiendo en algo enfermizo. — Keigo suspiró y dio un ligero gruñido. — Su presencia solo va a estorbarnos si llega a estar cerca en el momento del conflicto. Por ahora, sigamos con lo que estamos haciendo. Si eso, mantengamos a alguno de tus drones vigilándolo. — asentí lentamente e hice lo que me ordenó.
El seguimiento siguió tranquilamente. Native estuvo patrullando sin ningún evento de importancia. Lo único más destacable fue un grupo de fans que casi no lo dejaron ni respirar. Por lo demás, nada que indicara la presencia de un asesino en serie.
— Igual nos hemos equivocado de objetivo. — teoricé con la voz lo suficientemente alta para que mi compañero me escuchara. — Igual Stain está rastreando ahora mismo a otro héroe y nosotros estamos aquí malgastando el tiempo. — suspiré bastante frustrado.
— ¿Estás seguro? — miré de reojo a Hawks y este sonreía ligeramente mientras señalaba de forma disimulada hacia un callejón. Me giré en la dirección en la que indicaba y pude ver, de forma intermitente, dos bandas de tela de color rojo y otras dos de color blanco agitarse por culpa del viento en la entrada de un callejón justo enfrente de nosotros. No pude evitar sonreír entusiasmado al tener por fin un indicio de nuestro objetivo y me giré hacia Hawks.
— Por fin. Ya me estaba cansando de... — mis palabras fueron cortadas por una gran fuerza que me empujó y me sacó volando hacia un callejón. Lo cual, no era muy buena noticia si tenemos en cuenta que estaba en el tejado de un edificio de dos pisos.
No sé cuanto tiempo estuve aturdido, pero el atontamiento fue hasta reconfortante, pues cuando mis sentidos empezaron a despertarse, un dolor generalizado golpeó con fuerza mi cuerpo. Mi pierna izquierda quemaba como el diablo, por no hablar de mi brazo derecho, el cual seguramente estaba roto por varios lados. Al borde de la inconsciencia, logré activar mi quirk a mi máxima capacidad. Era difícil mantenerse concentrado para continuar despierto y no caer en la inconsciencia, pero el esfuerzo era mejor que quedar incapacitado por una fractura y alguna contusión.
— I..ku. — mis oídos aún pitaban, por lo que la ligera voz que creía que me llamaba se oía demasiado distante para poder entenderla con claridad. — Izu...u. — abrí los ojos pesadamente y mi visión borrosa tardó bastante en quedarse lo suficientemente clara para ver la cara de Keigo mirándome fijamente con un ligero toque de preocupación. — Izuku, ¿me oyes?
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Zorro Esmeralda
FanficIzuku, un pequeño niño de 4 años se ve obligado a vivir en el bosque junto a una familia de zorros. El tiempo y la naturaleza lo adiestrarán para convertirlo en un verdadero cazador. Toda su vida cambiará a los 13 años, cuando unos héroes lo encuent...