Un nuevo día había empezado y, lamentablemente, no fue con su Jimin a su lado como esperaba. Este estaba por pedir el desayuno, se veía malditamente sexy con una camisa suya y unos calcetines de invierno. Podía ver sus pezones marcarse en la tela y su respingado trasero elevar la camisa.
Hacia mucho calor, demasiado. Se iba a asfixiar. Parecía que iba a entrar en celo, ¿pero porque? No sabia que su lobo estaba cediendo a la libido, causando que esta aumente y les lleve a un estado de excitación constante. Un juego sucio por parte de Nochu.
Antes de que Jimin tomara el teléfono se sobresaltó al sentir unos brazos rodearle y una respiración pesada en su nuca. Estaba ardiendo.
—¿E-estás bien? –preguntó asustado, su mirada estaba oscura, su piel quemaba y la vena de su cuello se marcaba. Sus piernas temblaron sintiendo su omega interno prepararse para recibir a su alfa, pero su parte consciente estaba asustada.
Lo empotró contra el primer muro que se encontró, escuchando un quejido que solo lo excitó más. Cogió su cabeza con una mano clavando sus dedos en su cuero cabelludo y lo atrajo a sus labios con ferocidad. El alfa estaba tomando a su omega, reclamándolo como suyo.
Cuando el rubio consiguió zafarse de su agarre camino de espaldas hasta la cama de manera inconsciente, sus ojos no podían apartarse de aquella mirada dominante que el contrario le daba.
—J-Jeon, espera. –dijo pero no había vuelta atrás, cuando sus piernas tocaron la cama fue empujado a la misma.
El pelinegro metió su cabeza en la camiseta saboreando cada porción de piel que se encontraba a su paso, marcándola como suya, reclamándola como suya, hasta llegar a esos pechos blancos de los que tenía tanta hambre. Iba a tomar a su omega, pero primero quería probar de nuevo aquel exquisito manjar.
Sin soltarlo se sentó en la cama con el en su regazo y de un tirón desabrochó todos los botones de la camisa.
Y durante unos segundos, sus ojos viajaron por todo su torso, detallando cada detalle de su piel, memorizando todos sus pliegues, lunares y cicatrices. Encontró un lindo lunar entre sus pechos e inocentemente se acercó a besarlo. Cuando sus labios rozaron su piel el mayor suspiro. Los besos se dirigieron al pecho izquierdo, el cual besó y acarició fascinado por cómo reaccionaba a sus toques. No faltó mucho para introducirlo en su boca y beber de ahí como un cachorro recién nacido. El contrario gemía y jadeaba ante las succiones, sus manos se enredaban en los cabellos desordenados de su alfa instándolo a tomar más de el.
Pronto las manos del menor viajaron por todo su cuerpo hasta llegar a su entrada, estimulándola con caricias leves. El cuerpo del mas bajo tenía espasmos ante cada caricia y apretón del contrario pero su cabeza solo se podía concentrar en las succiones en su pecho. Y se preguntaba ¿Por qué le excitaba? ¿Por qué a su omega le resultaba satisfactorio? ¿Por qué estaba lubricando?
—Ha-hazlo despacio, recuerda que tengo a tu hijo. –musitó recibiendo una nalgada en respuesta.
Se separó del pecho blanquecino y dejó un poco del líquido caer en la parte íntima de su mayor, quien se removió extrañado por la sensación de su propia leche mojar su intimidad. Un pequeño río se formó con gotas de leche y sus labios lo recorrieron tumbándolo en el colchón. Hasta llegar a esas braguitas negras que marcaban su pene.
Lamia por encima de la tela disfrutando del sabor de la leche que se le había adherido. Subió sus besos besando sus muslos dejando alguna que otra mordida en ellos.
No se entretuvo mucho y se deshizo de aquel trozo de tela, sintiendo al omega tensarse al desvelar su intimidad.
Tierno. Pensó
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𝒜 ℳ𝒾𝓁𝓀𝓎 𝒟𝒶𝒹 - 𝒦ℳ
RandomJimin es un abogado de prestigio, lider del bufete PK family y padre soltero de un bebe de menos de un año de edad, el cual tiene probleas en su lactancia. Por otro lado, Jungkook es un abogado novato. ¿Qué pasaría si ambos se encontraran en una sit...