Globgor aún en el templo de monstruos podía oler perfectamente el rastro de Eclipsa, pero no podía ir tras ella, tenía 5 días entrando al Bosque de la Muerte Segura.
Desde la noche en la que la había conocido había pasado más de un mes, pero Globgor estaba demasiado hambriento, el comer Mewmanos solo hacía que su hambre empeorara, se había atiborrado de mineros aquella madrugada y no había necesitado comer por más de un par de semanas, luego había vuelto a su antigua rutina de hacerse pequeño para comer ratas de campo.
La cabeza del coloso estaba palpitando de dolor. La noche anterior había habido un festival monstruoso, las costumbres de los monstruos eran brutales, la inmortalidad había dejado que muchos sobrepasaran la creatividad y los juegos, las cosas con las que se entretenían durante los festivales eran algo particulares.
Él podía recordar que hubo una época donde los Lucitor y el reino del inframundo los entretenía siempre y cuando les dieran la bienvenida, antes de la guerra, su padre le había contado historias sobre festivales de días enteros en los cuales las columnas de fuego los guiaban hasta la luna y podían ver un eclipse que hacía que se pusiera roja.
Pero ahora los Lucitor les habían dado la espalda a los monstruos, así que los monstruos habían hecho su propia diversión, más allá de la cultura que había costado mucho formar por milenios de historia como comunidad, bailes, comidas y rituales, los monstruos sabían que había placeres demasiado satisfactorios como para dejarlos opacar por la cultura.
El festival de las danzas rojas se había extendido a dos noches seguidas y, por más que los demás le insistieron, él no pudo participar en nada. Había algo que no lo dejaba en paz, sabía perfectamente que tenía que ver con el rastro de una princesa esperándolo pacientemente en el bosque, pero no podía describir qué era la sensación que le tenía las entrañas retorcidas.
La primera noche Eclipsa lo había esperado hasta el amanecer, durante el día, su aroma había sido más tenue, pero durante la última noche, había algo nuevo combinado en el rastro de ella. Era un aroma metálico y primitivo, era sangre. Mientras intentaba hablar y coquetear con algunas mujeres monstruosas y grandes como las prefería, solo podía concentrarse en el aroma de Eclipsa cubierta de sangre en alguna parte del bosque; sus instintos le gritaban que saliera corriendo a buscarla, verificara el lugar del que provenía la sangre, era claro que era su sangre, ese era su aroma oscuro y tétrico de cierto modo.
Se tuvo que castigar mordiendo sus labios con sus afilados colmillos para no pensar en salir al bosque a encontrar a la pequeña princesa y lamer su sangre, desde donde fuera que esta provenía. Él aún podía recordar el sabor de sus manos y el aroma de sus brazos, rosas marchitas llenas de espinas y gritos de terror, ese era el sabor de Eclipsa.
Estuvo muy cerca de llegar a una conciliación de apareamiento con una enorme troll, pero cuando fue momento de moverse para llegar al acto, él no pudo, algo simplemente no funcionaba, desairó a la troll y se alejó de ella para moverse a la ventana del templo de monstruos; viendo hacia el bosque, se tuvo que satisfacer con vino de hadas y maleza de Drull mientras seguía oliendo el aroma penetrante y embriagador de la sangre de Eclipsa.
En cierto punto, estuvo más preocupado que otra cosa, ¿por qué la princesa tenía horas sangrando? Desde que había oscurecido hasta bien entrada la madrugada, el aroma entraba por sus fosas nasales desde el centro del bosque y eso no se había detenido durante toda la fiesta, ni mucho después de que la fiesta terminara; pensó en que ella estaría herida, tal vez otro monstruo la hubiera lastimado y ella se hubiera quedado lastimada sangrando a mitad del bosque; ese pensamiento fue fácil de espantar al dar una inhalación buscando rastrearla, su aroma corporal era más fuerte que el de su sangre, así que no estaba herida, sino, el ambiente alrededor de su hedor hubiera estado más ligado a un aroma nauseabundo, pero Eclipsa olía al paraíso.
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Un Eclipse Sobre la Corona | Eclipsa x Globgor (+21)
FanfictionUna noche, después de su baile de la campanilla de plata en el que la reina Solaria informa a su hija, la princesa Eclipsa de Mewni, sobre su futuro compromiso con el príncipe Shastacan, ella huye al bosque y se encuentra con el príncipe de los mon...