ANW| donde candy díaz-rivarola descubre su verdadero yo entre comedias musicales y batallas de grupos
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donde un mundo nuevo se asoma en la vida de candy cuando dos nuevas personas vienen desde el sur.
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•°✧ ✧°• La Fiesta de Disfraces •°✧ ✧°•
La competencia la habían ganado Las Populares, y Candy pensaba que era una justa victoria, aunque claro que estaba molesta. Pero eso había sido hacía ya algunos días, y luego de eso habría otra competencia, con otras reglas a seguir, pues como a Las Divinas no les parecía justo que Carmen haya ayudado al equipo de su hija, ahora debían ser ayudadas por Blanca. Ni Candy, ni Antonella estaban felices por las noticias, dado a que ambas estaban al tanto de su falta de talento.
—Ay, chicos, estoy tan contenta, tan feliz —les expreso Blanca al grupo de las divinas—, tan entusiasmada.
El grupo estaba reunido en el patio del colegio, con Blanca en el centro hablándoles. Ya debían comenzar a pensar en la próxima competencia con ella como su mentora.
—Si, se te ve ma, pero hay que reconocer algo... vos de esto no sabes nothing —añadió Antonella.
Para las divinas, la fe en que Blanca pudiera ayudarlas en algo era inexistente. Pero para las populares la historia era distinta, porque Carmen era una excelente bailarina e iba a ayudarlos en todo, sabiendo que la primera vez ya les había funcionado.
—Ya mismo vamos a empezar con todo, porque no hay que darle tiempo a esas, las vamos a aplastar como gusanos —Blanca continuo con sus deseos para los ensayos.
—Ay mamá, podes dejar de decir pavadas —Antonella la detuvo de mala gana—. Vamos a la realidad: no sabes ni bailar ni cantar, ¿cómo pensas ayudarnos?
La mujer rio avergonzada—. Ay Antonella, no me subestimes delante de tus amigos.
—Discúlpame, Blanquita, pero no hace falta que Anto nos diga nada, todos acá sabemos que vos sos bastante malita para todo esto —intervino Pia.
—Seré mala, pero aprendo y le pasó por encima a la chirusa esa, porque ella a mi no me va a ganar, ¿me entendes? —respondió intentando mantener la calma.
Desde detrás de ella, Candy escuchó unos pasos y volteó, viendo a su papá acercarse.
—Blanca, vos y yo tenemos que hablar —dijo Leandro cuando llegó.
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