Destined [Christopher Morgan]

Cap 17

—Eres un idiota—señalo a Christopher cuando entro a la habitación y él levanta la vista de su laptop levantando las cejas—. Cuando dije que tenía mi tarjeta y mi dinero, me refería a que iba a pagar yo misma.

—Oh, creí que solo lo decías por decirlo—se burla y le lanzo una mirada mordaz que lo hace suspirar—. Ven aquí.

Dejo las bolsas sobre la cama y me encamino hacia él, que deja su laptop en el piso antes de tirar de mi cintura sentándome en su regazo

»Kiara—besa mi hombro y bufo—. Malika, es solo dinero, no es nada.

—No es solo el dinero, Christopher—aprieto los labios—. Es el hecho de que te dije que yo iba a pagarlo y no te importó.

—Porque no es nada del otro mundo—acaricia mi muslo—. No me importa gastar mi dinero en ti, me gusta hacerlo, y lo sabes. Quiero que empieces a acostumbrarte a usar mi dinero, porque también es tuyo—besa mi mejilla y suspiro—. No te enojes.

—Debes respetar mis decisiones, Christopher, de eso se trata—murmuro y suspira antes de apartarse

—Bien, hablemos de eso entonces—se encoge de hombros—. Yo quiero que uses mi dinero, y tú no quieres usarlo.

—Porque tengo el mío...

—Y el mío—me interrumpe y rodea mi cuello con su mano obligándome a inclinarme para que deje un casto beso en mis labios—. Puedes usar mi dinero todas las veces que quieras, y lo sabes.

—Ajá—ruedo los ojos—. No va a pasar.

—¿Por?—su mano intenta colarse dentro de mi pantalón y lo detengo haciéndolo suspirar—. Kiara...

—Porque siento que me aprovecho—confieso—. Si uso tu dinero siento que me estoy aprovechando de ti, yo tengo el mío, no es necesario...

—No te aprovechas si yo mismo te pido que gastes ese dinero—besa mi cuello y suspiro—. Piénsalo, al menos.

—Bien, voy a pensarlo—accedo permitiendo que bese mis labios—. Debo ducharme, lo siento—río antes de dejar un casto beso en sus labios y me levanto de su regazo tomando las bolsas antes de entrar al baño

***

—Mierda—Christopher me mira cuando entra al vestidor y río buscando en el estante el delicado reloj de oro que me regaló él

Me doy la vuelta para verlo mientras pongo el reloj en mi muñeca y él me repasa de pies a cabeza una y otra vez quedándose un poco más de tiempo en mi escote.

—¿Recuerdas lo que te pedí?—pregunta y me acerco a él

Tomo una de sus manos y por el abierto de mi vestido la deslizo dentro hasta que sus dedos rozan mi intimidad sin ropa de por medio

»Mierda, Malika—gime presionando sus dedos y un jadeo se me escapa

—No vas a arruinar mi cabello—le advierto sacando su mano de debajo del vestido y acomodo las ondas que me hice antes de tomar los aretes y ponérmelos—. Estoy lista.

—Más que lista, diría yo—respira profundo—. Vamos, no quieres llegar tarde.

***

—¿Uno de tus hoteles?—me burlo cuando entramos al elevador y Christopher se encoge de hombros pulsando uno de los botones del panel—. Bien...

—Te gustará—me asegura y levanto las cejas antes de darle una pequeña sonrisa

Me acerco a él y rodeo su cintura con mis brazos logrando que acaricie mi espalda mientras el elevador sigue subiendo.

Una vez para, Christopher saca una tarjeta y la escanea en el lector haciéndome levantar las cejas antes de que las puertas del elevador se abran y él toma mi mano guiándome hacia una única enorme y hermosa puerta blanca al final del pasillo.