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Capítulo dos.
"Conectamos"
—Estarás bien hija, verás que pronto sus hijos serán tus amigos, se llevarán bien. -Audrey sonrió y su padre le devolvió la sonrisa.
Llegaron a aquella casa, al abrir la puerta los recibieron los Black, ambos estrecharon la mano con Sebastian.
Se dirigieron a la pequeña Audrey, le regalaron una pequeña sonrisa, tal vez algo fingida.
Sebastian se despidió de Audrey, y de los señores Black, estos hicieron que la pequeña entrara a su casa.
—Bien. Como sabrás yo soy Orion Black, y mi mujer Walburga Black -Audrey hizo una pequeña reverencia.
—En un momento vendrán mis hijos, se presentarán, y usted también lo hará -Ordeno Walburga, Audrey asintió
Los niños vinieron corriendo de uno de los pasillos, el más pequeño perseguía al más grande, como un tipo juego, solo que parecía que estaban peleándose, al llegar Orion les dio una mirada de desaprobación, y luego se dirigió a Audrey.
—Puedes jugar con ellos si lo deseas, pero si prefieres hacer otra cosa al fondo esta la biblioteca, puedes leer o dibujar ahí.
Tras eso, los señores Black abandonaron la habitación.
La pequeña Audrey asintió, y volteo a ver a aquellos niños, que seguían examinándola de pies a cabeza, no había problema ya que Audrey hacía lo mismo, son unos chicos de tez blanca casi pálida, con un cabello alborotado, con rizos, el más grande tiene ojos negros mientras que el otro tienen una pizca de ser verdes con negro.
—Soy Sirius, Sirius Black -Saludo el más grande a Audrey.
Los dos estrecharon la mano y sonrieron de oreja a ojera, ninguno se quitaba la mirada de encima, los ojos, y facciones de ambos los tenían casi hipnotizados.
Sirius se separó del saludo y volvió a su lugar. Ahí le pego con el codo levemente a el hombro de su hermano, para que el también se presentara.
—Ah.. Yo soy Regulus Black -Audrey y Regulus estrecharon las manos, Regulus sonreía tímidamente pero al ver los ojos de Audrey siento una chispa de confianza.
Regulus se separó del saludo y salió de aquella habitación, por el mismo rumbo que antes habían salido sus padres. Sirius fue el único que se quedó.
—¿Quieres jugar? -Pregunto Sirius, Audrey asintió
Ambos subieron por las escaleras, Audrey miraba todo a su alrededor.
Sirius la dirigió hacia su habitación, ya ahí ambos se sentaron en el piso.
—¿Te parece si antes de jugar nos hacemos un par de preguntas? Digo, sería bueno para conocernos mejor.
—Claro, está bien -Audrey asintió y sonrió.
—Bien. ¿En qué trabaja tu padre? Debe ser importante para dejarte aquí
—Bueno, es Auror. Es un mago muy talentoso, así que en el ministerio lo aprecian mucho
—Genial, ¿Te gusta The Beatles? -Pregunto Sirius
—Si! Es de mis bandas favoritas -Los ojos de Sirius brillaron al escucharlo, provocando una gran sonrisa en su rostro
—Que bien, si no te gustaba te iba a correr de mi habitación -Audrey lo miró indignada- Es broma, broma.
Ambos se carcajeaban por todo lo que hacían, estos habían conectado muy bien, aveces había que reír despacio para que nos los regañaran.
El tiempo pasó volando y ya era medio día, Audrey estaba agotada, había corrido por toda la habitación de Sirius, y reído demasiado.
—Sirius... -Dijo Audrey tallándose los ojos
—¿Si? -Pregunto Sirius, este se acercó a Audrey
—Tengo sueño, ¿Puedo dormir en tu cama? Será un rato, hasta que venga mi padre
—Si claro. Duerme lo que quieras, esta bien
Audrey se dirigió hacia la cama de Sirius, y se quedó dormida plácidamente, era obvio que Audrey podía acostumbrarse perfectamente a esto.
Por el lado de Sirius, para él era extraño convivir con alguien que no sea su hermano, además de que era una persona con la cual conecto demasiado bien, por alguna razón Sirius tenían algo de miedo que en algún momento terminara.
Por la tarde noche, Sebastian vino por Audrey, esta seguía dormida, Sirius se dirigió a despertarla.
—Audrey... Audrey, despierta. Tu padre ya está aquí
Audrey se levantó y antes de salir de la habitación de Sirius, le dio un fuerte abrazo, Sirius le correspondió aquel abrazo, aunque era raro para el recibir un abrazo.
Por último, Audrey le regaló una cálida sonrisa a Sirius, este hizo lo mismo.
Audrey bajo esta donde estaba su padre, ya ahí, Sebastian le pagó a los Black, les agradeció y se despidieron.
