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"Sentimientos"
Pasaron los días, semanas y unos meses. Audrey estuco recibiendo varias cartas de su padre, era extraño, normalmente no le mandaba más de dos en una semana.
Al parecer, quería hablarle de alguien, no de una pareja o de una mujer, aunque la rubia pensó en eso, después se dio cuenta de que no tenía nada que ver, porque su padre también hablaba de su familia.
Para la mala suerte de la ojiazul, su padre dejó de escribirle, con una última carta que la dejó con intriga.
"Para mí pecosa:
Sé que te estado confundiendo bastante con todo lo que te e dicho, pero pronto sabrás a lo que me refiero, espero poder aclarar las dudas y decirte todo claro en vacaciones de julio.
Solamente te aclararé de nuevo, no es ninguna mujer, no tiene nada que ver con eso, no me voy a conseguir una nueva pareja; tú sabes bien, y te lo enseñado desde pequeña, que, aunque la persona que amas con todo tu corazón no esté a tu lado, no es una razón para dejar de amarlo, pues en su momento lo amaste por más cosas.
O bueno, ese es mi punto de vista, si tú desarrollas unos nuevo, te apoyaré.
Sin más, te dejo. Nos vemos hasta Julio."
Dreydefinitivamente estaba muy agobiada, así que la única manera de salir de ese agobio, fue ir con sus amigos, y explicarles todo.
Justo en la sala común de Gryffindor, se encontraban los cuatro chicos, como de costumbre estaban bromeando, se veían cansados, pues al lado de cada uno había un pequeño puño de libros y de pergaminos.
Audrey decidió sentarse con ellos, pero aún no decía ni una palabra, los chicos la saludaron, para después preguntarle por qué estaba tan callada.
La rubia dio un gran suspiro, para después, explicarles todo con lujo de detalle, pues querían que entendieran cómo ella se sentía, al acabar de explicarles, les mostró la última carta que su padre le envió.
Los chicos la leyeron rápidamente, estos se miraron entre ellos y luego miraron a su amiga.
—¿Pecosa? -Fue lo único que Peter soltó, pues ninguno más que Sirius, sabía el significado de aquel apodo.
—Si bueno... Cuando era una bebé tenía muchas pecas, pero conforme fue pasando el tiempo, su color y tamaño iba disminuyendo, recuerdo que fue a los 10 años cuando supe que, mis pecas solos se notaban si alguien estaba muy cerca de mi...
