Un abrazo

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Una semana ya había pasado, una semana donde no sabían nada del diablillo, habían decidido espiar los movimientos del gato para que en algun momento lo encontrarán solo, pero no había funcionando como lo hubieran querido, las pocas veces que lo vieron salir del hotel era acompaño del Overlod o la Princesa y aunque lo llegaron a seguir de lejos el gato se las arreglaba para esquivarlos gracias a que emprendía el vuelo y enviar al príncipe a seguirlo era una mala opción pues rápidamente lo descubriría.

La desesperación crecía en cada uno de ellos, mentiría si dijeran que no extrañaban al diablillo, la culpa crecía cada día que pasaba, como disculparse si no podían verlo? Acaso Blitzø los iba a sacar de su vida por completo? Que tenían que hacer para volver a estar con él? Eran preguntas que no tenían respuestas, la paciencia se acababa y la resignación llegaba.

Miraban nuevamente la puerta del Hazbin Hotel esperando la salida del gato, ya no les importaba si estaba acompañado o no, le reclamarian y pedirían explicaciones de donde se encontraba el diablillo así sea por la fuerza, pero nuevamente no hubo éxito, vieron salir a la Araña que rapidamente fue recogido por una limusina muy conocida en el infierno, también vieron a la princesa en compañía de su novia, y por último al Demonio Radio siendo acompañado por una pequeña mucama, pero ningun rastro del gato.

La noche cayó obligándonos a irse del lugar, se sabía que por obvias razones el Overlod dejaba libre a muchas de sus sombras para cuidar el lugar de posibles intrusos y muchas veces esas almas que jugaban con su suerte terminaban de bocadillo para el demonio.

La loba se sentía encerrada en esas cuatro paredes que ahora eran su hogar temporal, Stolas le había pedido que se quedara en el palacio en lo que tenían noticias del diablillo, así como se lo había pedido a la pareja los cuales al comienzo lo rechazaron pero al ver los ojos del Gohetia lo aceptaron pues sus ojos reflejaban el dolor y la soledad que ellos sentían, tal vez no era tan malo estar juntos verdad?
Si bien la loba recibió mucho apoyo por parte de la pareja quería de regreso a quien era su padre y estar en la habitacion destinada a ella la hacia sentir prisionera.

Caminaba de un lado a otro con desesperación queria salir de ese lugar, pero sabia que escaparse era una mala idea y más si era para ir a beber a un lugar sabiendo que podía beber todos los licores que el palacio ofrecia, pero necesitaba un momento para ella, sin dudarlo más se escabullo por la ventana, corriendo al primer bar que se le presentará

"El gato negro"

Era un lugar muy exclusivo pues era propiedad de un ser poderoso del cual nadie sabía su identidad y los que llegaban a saberlo eran masacrados en ese instante y que para su mala o buena suerte fue el primer bar con el que se cruzo, sin importarle nada decidió entrar muy a su manera colándose sin que se dieran cuenta.

Su cara llena de impresión lo decía todo, era un lugar que claramente se notaba caro, cada juego contaba con demonios derrochando dinero a más no poder pensando que la suerte estaba de su lado, pero ella sabía que esa suerte no era real y que las máquinas solo insitaban a que jugaran hasta perderlo todo.

Se dirigió a la barra pidiendo solamente una cerveza su economía no alcanzaba para más, se sentó frente a la barra esperando que el alcohol se llevara todo el dolor causado por las últimas semanas de su vida, pero no se iba y el ambiente del lugar no ayudaba mucho a sentirse un poco mejor, tal vez había sido una mala idea salir a beber a un bar lleno de demonios ruidosos, ella quería solo un momento de relajación, suspiro al darse cuenta que ese lugar no se lo iba a brindar.

Termino su bebida y se dispuso a irse cuando noto ciertos cuernos muy familiares para ella, su corazón comenzó a latir con fuerza al notar que eran los de Blitzø, las emociones se desbordaron en un instante no sabia si correr abrazarlo o a darle un buen golpe por haberla preocupado de esa manera.
Un click hizo su cerebro, claro como no se le ocurrió ir a los lugares que el diablillo frecuentaba? Por que pensar que estaría solamente con el gato?
Era tan obvio que donde estuviera visitaría los lugares donde más le gustaba estar, se dio una palmada en la frente al darse cuenta de su estupidez.

Mi dolor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora