Capitulo I

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                                               ''Si quieres la victoria por los tuyos o por ti misma nunca acudas a la venganza, ella puede ser tu amiga como tu enemiga''

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                                               ''Si quieres la victoria por los tuyos o por ti misma nunca acudas a la venganza, ella puede ser tu amiga como tu enemiga''.

— Eres muy hermosa para ser una mugrosa sacerdotisa que vive en los suburbios— rodeándola con los guardias y cerrando las puertas del palacio— Estás acabada, arrodíllate ante mí y serás unas de mis concubinas, ¿aceptas? Y no quiero un ''no por respuesta''— su semblante era amenazante, pero estaba dispuesto a tener a esta traidora como una más de sus amantes, pero yo no, no estaba hecha para estar a la sombra de un hombre egocéntrico, sino que, estaba para cumplir mi sed de venganza. 

 Empiezo a lanzar leves risas hasta tirar carcajadas que rebotaban por las paredes, mi cara mostraba felicidad oscura al contrario de aquel que mostraba un ceño fruncido por la rabia y desesperación por perder el respeto de dominación que le tenían. 

 — Podrás ser un rey, pero eres tonto si crees que estaría contigo, jamás estaría con un hombre que necesita impartir la violencia para intentar ser respetado— mis palabras fueron demasiados secas y directas para su frágil autoestima— Ah, como olvidar que necesitas de tu madre para robar los poderes de los demás, eres peor que un vil humano...— Impidió mi hablar con una voz imponente y alta.

  — Mátenla, y no dejen ni sus huesos— se me acerca con una sonrisa duchenne— Pudiste tener un final feliz, llena de lujos, arrodillada y calladita ante mí, la segunda cualidad siempre te hizo falta, pero es normal, ya que eres una huérfana abandonada y...—. 

 Antes de que termine de hablar, penetro mi mano en el centro de su esternón para luego sacarla junto con su precioso corazón, aun latiendo en mis manos y su sangre escarlata, saliendo disparada a chorros, manchando mi mano y mi atuendo a su paso, además de que su maldita y espantosa cara cambio de un sonriente sol a una persona con una mueca de amargura y asombro. 

Siento como parte de mi aura regresa a mi débil cuerpo, se siente como ráfaga de aire fresco, pero duro muy poco, pues muchos de los guardias intentaron atracarme, pero fue inútil; sin siquiera, estar a un kilómetro cerca de mí se me hizo muy sencillo hacer que sus corazones palpitantes salieran disparados de sus pechos y el ver como sus cuerpos daban leves espasmos me dio una alegría amarga porque había logrado matar a uno de quienes me hicieron daño; sin embargo, estaban cuerpos inocentes que nunca me hicieron nada, y es notable que en estos casos siempre lo pagan las almas inocentes. 

 No puedo evitar llorar y ver en lo que me he convertido, así que decapito al rey ya muerto y arrojo su cabeza hacia los grandes ventanales para luego darme a la fuga, corro hacia la ciudad, donde todo es un caos por los soldados persiguiéndome hasta morir, con el paso de la corrida la guardia ha aumentado hasta el punto de lanzar flechas envenenadas; avanzo en dirección al bosque por lo peligroso y angosto que puede llegar a ser para lograr que pierdan mi rastro.

 Para mi mala suerte una de las flechas me agredió en la parte derecha de mi pelvis, estaba en shock, pero no saque la flecha para no provocar una hemorragia, pero el veneno que poseía me estaba ardiendo y cada vez más dormida la zona afectada junto con la pierna. Reduje mi correr, empecé a cojear por el dolor insoportable que estaba corriendo por mi cuerpo, veo al frente un acantilado que lleva hacia una laguna, no lo pienso dos veces y me lanzo para que me den por muerta. La caída al agua fue muy dura, quede algo aturdida, aunque logre llevarme a la orilla, quede inconsciente por el veneno y caída.

........................

 — Que bueno que has seguido mi consejo, Hareth— dando palmadas en mi hombro como premio— Tenías días que me preocupabas, no te levantabas ni a comer— lo miro con una cara de pocos amigos.

 — No te preocupes mami, ya estoy bien y mejor— expreso con voz chillona. Él me golpea en señal de enojo y no pude para de reírme— Matt, no te enojes, ya estoy bien y listo para el rodeo— alzando mis brazos. 

 — Bien— respira hondo— Ya que estás en perfectas condiciones es momento de buscar a tu mate— no pude controlar que mi rostro hiciera una expresión de disgusto— Hareth, sabes bien que necesitas a tu mate para tener un sucesor y que el pueblo no cuestione el porqué el alfa prefiere tener aventuras de una noche en vez de tener una relación estable con su compañera— sus palabras retumban en mi cabeza como un martillo, así huyo de su lado para que no siga dándome sermones. 

 Me transformo y huyo a una velocidad alta para no oír los comentarios de Matt, quien se le ha dado la tarea de ayudarme en la organización de la manada, pero últimamente se ha vuelto bien insoportable con que vaya y busque a mi mate, pero la verdad es que no necesito de una compañera que este conmigo toda la vida cuando puedo tener varias que solo duren una noche. Además, no le voy a dar un lugar indispensable en mi vida a una chica que llegue de la nada y exija que me le entregue a alma y cuerpo. 

 Por otro lado, vuelvo a mi forma humana, llego a las orillas del lago para tomar un poco de aire fresco para mis pulmones y observar como Matt llega para seguir dando su discurso, pero veo a lo lejos un cuerpo al parecer femenino y por una corazonada me acerco. Al estar a su lado pude observar que era una hermosa mujer de piel canela, con abundante cabellera azabache risada y de figura en forma de reloj de arena, pero estaba hipotérmica y con una herida de flecha en la parte derecha de su pelvis; por otra parte, acerco uno de mis dedos hacia su nariz donde aún respira débilmente, pero respira. 

 Rápidamente, la cargo en brazos debido a que esa mujer era mi mate; miro a Matt con cara preocupado y él lo entiende, corremos rápidamente a mi residencia y la acuesto en una cama para que los sirvientes le coloquen trapos y enciendan la calefacción por sus labios azules, mientras Matt busca a la Adivina, una mujer hechicera con dones para curar y ver el futuro.

 — ¡Vaya, vaya!— camina apresurada hacia el cuerpo— ¿El señor Hareth preocupado por una mujer? — mientras saca la flecha de su cuerpo.

 — Que te importa mi vida, ¿crees que por ser la mujer de Matt puedes decir lo que te plazca?— esta mujer sabe colmarme la paciencia.

 — Cállate, siempre me saltas con lo mismo— mi mirada de odio detiene su hablar y hace que termine su trabajo— tienes que cuidarla y estar al tanto de ella— dándome dos sobres— el primer sobre es el medicamento que debes aplicar en su herida esta noche y el segundo es mi curriculum para la dama de compañía de tu novia y de los 6 meses que me debes— miro cantidad excesiva de dinero.

 — ¿Y todo este dinero es por prestarte a Matt?—su cara hace una mueca de asco con una ceja levantada— porque si ese es el caso tú me debes dinero a mí—. 

— ¡Vete al diablo!— mostrando su dedo del medio y caminando hacia la puerta— Nos vemos mañana, adiós—. 

 ¿En serio ella piensa que voy a limpiarle la herida a ella? Estoy demasiado ocupado para encargarme de una chica a medio morir. Así que, que le vaya bien, me iré a trabajar y la dejaré aquí sola sin mi cuidado, dejada a su suerte... .

...... 

 — Hareth, ¿Por qué ella está en tu cama?— señalándola.

 — Ignórala, tengo que cuidarla hasta que tu novia venga mañana— mis palabras crearon una sonrisa de lado a lado en Matt, quien parece que le dará una convulsión por las carcajadas que lanza al aire. 

 Esto será una larga y horrible noche. 


Una loba más de la manadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora