Capitulo X

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—Estúpido lobo egocéntrico

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Estúpido lobo egocéntrico.

— Di lo que quieras, así te gusto.

Sammy

Estaba demasiado exhausta y aturdida de tantos sentimientos y sucesos que he sufrido el día de hoy, pero ahora mismo la vergüenza era la dominante ante un alfa desesperado porque vaya a ver a mi familia; su acción era tierna hasta que le expliqué lo que significaba llevarlo, lo que causó una cara de espanto y disgusto. Lo que hirió mi orgullo e hizo a un lado toda hostigación de mi cuerpo, ¿acaso era tan fea o no cumplía con los altos estándares de los lobos? Antes era vista como un ser exótico, pero ahora solo soy resto de carne y hueso; me arrepiento de haber dejado que me hicieran tanto daño, que drenaran mi sangre hasta saciar su sed y rebozar las copas donde bailaban y reían mientras yo imploraba por morir, donde le rogaba a la diosa que me volviera una loba normal, donde vi a mi loba morir. Rechazada por todos y por mi propio mate, el cual siempre me decían que me amaría y cuidaría.

— Bien, es mejor sigamos para llegar a tu manada— caminé en dirección contraria él, pero me tomó del brazo.

— No, primero iremos a ver a tu familia— ¡y vuelve con eso!

— Hareth ni siquiera quieres ir— resoplo— no voy hacer esto.

— Tantas mujeres se mueren por engatusarme para que me case con ellas y tú me provocas para me case contigo y luego me evades, ¿qué juego mezquino tratas de hacer conmigo?— estaba enojado y su aura de alfa aumentaba alertando mis sentidos.

— Pues busca a una esas mujeres y deja de calumniarme— maldito lobo egocéntrico.

Al verlo mi cuerpo tembló por sus ojos tan intensos que ya no eran dorados, sino avellana mostrando su fuerza dominante sobre mí. No evadí la mirada, puedo con esta presión no dejaré que este lobo ególatra me domine, él no es mi alfa y nunca lo será. Me costaba respirar y mi mirada se hacia cada vez más profunda, pero su voz retumbaba en mis oídos casi como un pitido.

— Iremos te guste o no— su voz casi hace que cierre los ojos— ¿De acuerdo?— ¿Por qué tanto a fan con ir, quién lo entiende?

— Sí— fue mas como un aliento, ya que no podía seguir con la presión de este hombre y no estaba acostumbrada a sentir la fuerza de un alfa. Al dejar de ejercer su poder tambaleo a un lado y este me agarra mientras respiro con dificultad— Pa...tán.

—Tú me obligaste— lo golpeo a mano abierta en su pecho y este ni siquiera se inmuta.

...

Estamos aquí, parados en la puerta de la mancebía donde una vez vivía. Estoy algo nerviosa, no sé cómo seré recibida después ser vendida y se generaran tantas fisuras dentro de mí que aun no han sanado y están lejos de estarlo, mas me siento cobarde por tener este agudo nudo en mi garganta que me hace querer irme. Mi corazón no toleraría su rechazo, si lo hacen es como echarle sal a la herida.

Una loba más de la manadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora