🪐Capítulo🪐3

30 6 0
                                    

🤍 • 🤍 • 🤍 • 🤍 • 🤍

Me despierto y por lo que veo estoy en la habitación con León...

El yace muy dormido, y veo que aún es de noche.

¿Será lo que ví un sueño? Se sintió muy real...

¿O será real?... Trato de mantener la calma.

Creo que estoy volviendo me loca, solo seguiré durmiendo.

‡†‡†‡

Dos semanas después...

Ya han trascurrido dos semanas. Mi padres no pudieron llegar al día acordado, tuvieron unas reuniones y unos compromisos en Italia.

Mis dos semanas me la he pasado mayor parte en mi habitación, leyendo y haciendo mis negocios aunque no salga. Solo salgo a caminar... y bueno León me ha prestado mucha atención.

No quiere que me vaya de Francia... Y se la ha pasado prácticamente muy caballero, aunque a veces se comporta extrañó.

Cómo mi madre diria... Es Un Millet, entre la familia Millet todos son bien educados y caballerosos.

Se que lo hace para que no me vaya, y en algún momento necesito irme de nuevo a mi hogar.

Ayer le dije que parecía un canario enjaulado, y me ha propuesto ir a pasear y navegar, necesito un poco de sol y aire fresco.

Estoy en la habitación, procedo a cambiarme me pongo un vestido sencillo, y unos tenis.

Quiero salir de esta mansión, y si duro un día más acá sin hacer nada me volveré loca.

Salgo de la habitación, busco a León en la cocina se que es su parte favorita.

Veo a León está comiendo un panecillo acompañado de un café que yace lado de el plato.

— Buenos días, ¿Listo para irnos a navegar? — el voltea a ver y sonríe.

— Buenos días, ...¿creo que estás muy emocionada por salir de esta mansión? — trato de no ser muy obvia.

— Si, bueno es que de verdad necesito aire fresco y quiero estar para el almuerzo — este se comienza a reír.

— Está bien, déjame esperar el desayuno — lo veo de arriba abajo, y me cruzo de brazos.

— Desayunamos en el yate — esté me tuerce los ojos, y hace una mueca — ¡Es ahora Millet! — el asiente, para luego ponerse de pie.

†.†.†

Dos horas después...

Veo a León darle órdenes a sus hombres, en cambio yo solo traje una canasta con el desayuno.

— Vamos Mon Ange, el capitán nos espera — comenzamos a caminar hasta el hermoso yate blanco.

Nos comenzamos a acomodar y veo que León se quita la camisa y los zapatos.

Yo solo me siento y tomó un plato, tengo mucha hambre.

León comienza hablar con el capitán... Luego de una charla corta el capitán se retira.

Noto que León está viendo el mar y se ve muy pensativo. Este se apoya en la mesa asustando me.

 Este se apoya en la mesa asustando me

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
SERE TU PERDICIÓN (Mafia Entrelazadas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora