Samantha Frazzetto, Una mujer hermosa que todo hombre anhelaría; Ella ve mas alla de la superficie, muy inteligente con otras cualidades que te harían caer en la perdición... La Reina De La Mafia Italiana.
Nikolay Romanov, Un hombre que haría tú mun...
Cuando tengo la caja ya en mis piernas decido abrirla.
Cuando quito la tapa, me quedo impactada volteó asombra hacia el rubio y el tiene una sonrisa de complicidad.
— Nooo,¡Ahhh! — digo con emoción — Es un cachorrito — el cachorro de Doberman se me queda mirando, ayudo al cachorro a salir de la caja, noto su mirada es tan hermosa.
Sus ojos son como el color del cielo y como los de mi rusito, su pelaje es de un tono blanco, pero es un beige muy hermoso. Y tiene de ropita un chaleco azul con rojo.
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— Y dime ¿Cuál será el nombre para este chiquito? — me quedo pensando muy bien.
Debe de ser un nombre que diga que es el terror y maldad.
— Se llamará Kali — el rubio me ve extrañado — es el nombre de la diosa hindú del juicio final y la mismísima muerte o lo podemos llamar Seth como el dios de la violencia Egipcia — el se queda pensando.
— Me gusta más Seth, seria más propio — dice el rubio ahora está vez teniendo toda mi atención — Tu eres Cleopatra mi reina y yo Tu Anubis, por eso creo que nuestro pequeño se llamara Seth — me sonrió un poco.
— Si, el próximo bebé se llamará Kali — el se sonroja — hablo de un cachorro jaja — el se ríe también — bueno es hora de ir a casa — sujeto a mi pequeño Seth mientras que el rubio conduce.
Le indique a mis hombres que fueran al frente para que ayudarán a guiar a el rubio.
Comenzamos el camino y bajo el vidrio me llena tanta paz está en mi hogar, me llena de tanto orgullo ser de aquí.
Le comienzo a explicar los lugares donde recorremos mientras vamos a casa a el rubio para que se ubique y sepa dónde está, su sonrisa y alegría me llena de mucha dicha.
Pasan media hora y se ve a la vista mi villa, mi humilde hogar.
Los carros de mis hombres entran primero, y luego al llegar me abren las puertas.
Aurelio abre la puerta del auto y me ayuda a bajarme extendiendo su mano, el rubio se ríe volteó a verlo.
— ¿Qué tiene gracias querido Anubis? — el deja de Reírse y se pone serio.
Aurelio trata de no reírse, miró el castaño con una mirada asesina y se pone derecho junto a Maelo que el tiene una sonrisa juguetona.
Entramos... Mi gente sonríe, no solo mis hombres, si no la gente de mi servicio que han estado conmigo en mi crecimiento... Me encanta volver a casa, llegó La Reina De Esté Lugar.
El rubio tiene una cara de odioso pero luego la quita de inmediato.
Me percató de que mis padres salen de la cocina para entrar a la sala de estar.
