🌕 Capitulo 🌕 47

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Nikolay Romanov

Notó a el pequeño Pelinegro acercase a dónde estoy y se sienta a mi lado. Veo a este curioso.

Cleo estaba con Marcelo y Artemy, comprando algodón de azúcar.

—  ¿Por qué no estás allá comprado algodón de azúcar? — este me ve pensativo.

— Estoy bien aquí, y ya he comido mucho dulces... Artemy es la que puede más con esos tipos de cosas — dice este y me Comienzo a reír y este se ve soso.

— Lo sé, le encanta mucho — este se ríe.

— Me alegro que haya despertado, ella estaba muy preocupada por tí — dice el pequeño viendo a Cleo.

— Gracias, y me alegro que ella te diera una oportunidad — este se ve un poco serio — ¿Que sucede? — este comienza a mover las manos, parece que está nervioso.

— Sin ella estuviera en Rusia sin familia, y los demás lastimando me — ¿Rusia?, Entonces es de allá que viene.

— ¿Que le ha pasado a tus padres? — este me ve a los ojos.

— Mi papá murió en una misión... con usted — quedó perplejo.

Eso hace que vea a el niño impresionado, ... Por mi culpa este no tenía a su padre.

— Lo siento, no lo sabía — este sonríe.

— Lo sé, ella no quería que nadien supiera nada y borro todo rastro... Y ahora soy un Franzzetto y los tengo a todos ellos y estoy bien con eso — ya veo lo que dice Cleo, es un gran niño.

Veo a Cleo y está parece nerviosa viendo a los lado y veo a Marcelo de la misma manera.

— ¿Que sucede Aurelio? — digo y este se ve que tampoco lo sabe así qué caminamos hasta donde está ella — ¿Que pasa Cleo? — digo y está se ve asustada.

— No Encuentro A Artemy — veo a Cleo que esta por entrar en crisis.

— Ven acá siéntate, quédate con Hannibal y yo me encargo con Marcelo — ella no se ve convencida pero se sienta en una banca con el Pelinegro y Marcelo se ve nervioso.

— Vamos Aurelio — digo y este asiente.

Vamos hacia donde estaban hace unos segundos.

— Señor ¿Has visto a la castaña pequeña de ojos azules? — el hombre ve a Cleo — Soy su esposa, esa pequeña es mi hija Artemy. ¿Sabe a dónde se ha ido? O ¿Si estaba con alguien más? — el hombre se ve pensativo, si no supiera algo ya fuera dicho que no.

— No me acuerdo muy bien, estaba haciendo un algodón de azúcar para su esposa y no le he dado atención — este piensa un poco más — pero señor... Vi a una mujer con un hombre viendo fijamente a su familia — eso hace llamar mi atención.

— Señor ¿Hay cámaras en su puesto? — este asiente y ve hacia arriba, yo hago lo mismo y me doy cuenta que el señor tiene una cámara.

— Si, ahí está — este dice y saca una tablet, — Toma revise las cámaras —.

— Muchas gracias señor — este asiente y comienza atender a unas personas.

SERE TU PERDICIÓN (Mafia Entrelazadas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora