Tuve que ir al médico, me dijeron que tenía que medir el alcohol que consumía, me advirtieron que si seguía así, tendría una sobredosis de alcohol.
— Entiendo.
— Señor Rusia, debe dejar de tomar, es dañino para su salud, tiene que parar.
— No sé preocupé, prometo no seguir excediéndome con el alcohol – mentí, mentí sabiendo que no lo iba a cumplir.
— Eso espero.
— Adiós.
— Adiós señor.
Me dirigí a una cantina, quería perderme por completo, quería olvidar, quería que mis pensamientos desaparecieran, quería dejar de pensar en ti, aunque era imposible.
— Oh, Alemania, por qué no me contestas? – fue lo último que dije antes de caer rendido ante el cansancio.
Quiero que me abraces, tengo frío, necesitó tu calor, te necesito tanto Германия.
Tengo frío…