A la mañana siguiente al ponerse el brillante sol, el príncipe Valentine se vestía con las telas más caras y finas, Charlotte entró a la habitación con sirvientas detrás de ella, y en sus manos traía envueltas en telas de satin; Joyas preciosas.
VALENTINE;;
- Su Majestad me pidio entregarle esto personalmente príncipe Valentine - Exclamó CharlotteSonríe: - Gracias Charlotte, podrias ayudarme -
Ella sostuvo con delicadeza cada joya y lentamente la apoyo en mi cuello.
Me dirigí hacia las demás sirvientas y les órdenes retirarse, y sin refutar me dejaron solo con Charlotte.
- Se le ve contento - Dijo con curiosidad.
Sonreí ante su comentario.
- No suelo recibir ayuda de una hermosa dama -Tome una de sus manos y con delicadeza besé sus suaves nudillos, mostré una cálida sonrisa en mi rostro y exclame:
- Tu belleza no merece permanecer en las oscuras sombras de las sirvientas -- Durante años me has dicho lo mismo, y la belleza de la que hablas no me ha liberado, al contrario... Me ha tenido presa en este lugar durante largos años -
Respondí: - Tal vez tu suerte cambie... Algún príncipe cautivado por tu belleza, pedira tu mano -
- Ningún caballero desearía tomarme como esposa príncipe valentine - Exclamó con un tono de tristeza en su voz.
- Prometo que tu vida será diferente, pequeña Charlotte -
Ya en el baile, caballeros y doncellas bailaban al son del vals suave, el príncipe bailo con varias damas, pero la mayoría, para no decir todas... le aburrian, y rápido trataba de escapar de ellas.
Charlotte pasaba casualmente por allí y encontré la oportunidad. Tome su mano y la acerque hacia mi.
- Me concede esta pieza -
Ella dudosa asintió.Empezamos a bailar alegremente aquella canción.
- Príncipe Valentine no tengo el honor... Visto las ropas más baratas y hacen ruido con sus caras telas - Dijo nerviosa.
- Eso no me impide bailar contigo pequeña - Sonreí.
- Príncipe... ¿Por qué me sigue llamando así? Su Majestad lo dejaba pasar de niños, pero ahora, podría ser descortés - Pregunto.
- ¡Porqué me gusta! Es una bella palabra para una dama tan bella, como tu, pequeña Charlotte -
Deprisa ella soltó mis manos y apenada se dirigió con las demás sirvientas. Yo me acerque a Edwin, el cual estaba acompañado de mis padres que permanecían de pie, admirando la alegre fiesta.
-Y bueno hijo... De todas están doncellas ¿Has elegido a tu prometida?
Perdido en mis pensamientos, un pequeño golpe de mi amigo Edwin, me hizo volver a la realidad. Respondi ansioso:
- Si padre... Ya elegí a mi prometida- Me incorpore y añadí:
- Pero solo hará acto de presencia si me hace una promesa -Curioso Pregunto: - ¿Cual sería hijo mio?-
- Padre usted me dijo que podría casarme con cualquier dama que estuviera presente esta noche... Prometo que así será, pero quiero que usted prometa que respetara mi decisión y aceptara a mi prometida... sea quien sea -
Contentó: - ¡Lo prometo! -
Al final, para sellar la promesa mi padre y yo nos dimos un fuerte abrazo.Charlotte al ver esta escena se enternecio, y lentamente se poso al lado de Edwin. Susurro:
-¿Que ocurre joven Edwin? -Contesto: - El príncipe y su Majestad están sellando una promesa, pronto conoceremos a su prometida.
- ¡Que alegría! - Celebro en silencio
Firme mi padre exclamó:
- Prometo darles a ti hijo mio y a tu prometida, mi bendición -
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Una promesa de amor
Romance"Las promesas no se hacen en vano" Charlotte una joven sirvienta, la cual llegó al Reino pidiendo clemencia, no esperaba encontrarse con la persona que cambiaría su vida... El príncipe Valentine ante una promesa de amor, encontró en ella la calma y...