VALENTINE;;
Muchas miradas se posaron en nosotros y mis padres mantenían una sonrisa de oreja a oreja.- Bueno hijo mio, ¿Quien es la dama afortunada? -
Nervioso respondí: - Padre, la doncella que tomare como prometida... Esta frente a usted -
Confundido observo su alrededor y al ver el rostro de Charlotte, su cara cambio por completo.
- Si padre... La doncella que tomare como esposa es aquella que conocí a mis once años de edad, la cual hice mi sirvienta personal, Charlotte Bell. - Dije con firmeza.
Todos me miraron sorprendidos, el aura se volvió incómoda y el silencio sepulcral.
CHARLOTTE;;
Mi corazón empezó a latir muy rápido, la noticia me erizo la piel y empece a sentirme pesada. La presión en el pecho se hizo más fuerte ante la mirada de su Majestad, el cual me miraba horrorizado. No pude con tanto estrés en mi pecho y sali corriendo del lugar.- ¡Charlotte! -
Valentine y Edwin fueron detrás de mi.Corrí hasta el abierto campo de flores y caí al suelo agitada, sin poder respirar y con el corazón a mil, escuche las voces en eco de Valentine. Al levantar la mirada me encontré con sus ojos, de los cuales brotaban preocupación.
- Perdoname pequeña - Valentine me abrazo fuertemente hasta que mi corazón dejó de agitarse.
- Dime la verdad... ¿Que planeas al decir tal cosa frente a su Majestad? - Pregunte más calmada.
- Pequeña quiero que hagamos un trato... -
- Quiero que te cases conmigo... Y cuando me vuelva Rey... Quiero que nos divorciemos- Siguió.
- Pequeña, te prometo que si aceptas esto, te daré todas las riquezas que una dama merece, joyas, hermosos vestidos, una cama cómoda y un campo de flores solo para ti - Sugirió Valentine.Interrumpió Edwin: - Charlotte, ¿entiendes que si aceptas este trató, no podrás comprometerte nunca más...?
Respondi: - Joven Edwin... Nadie pediria la mano de una simple sirvienta como yo -
Valentine exclamó: - ¿Entonces... Aceptas pequeña? -
Por mi cabeza pasaron mil pensamientos, pero la voz de mi madre resonó más fuerte en mi cabeza:
- Mi niña... te prometo que viviremos en un castillo muy grande... Tendras miles de vestidos... Tu cama va ser más grande que la mía... Y te prometo que estare a tu lado siempre... -
Volví a la realidad y con los ojos cristalinos dije:
- Aceptó... Pero prometeme también... Que no me vas abandonar -Valentine sonrió de oreja a oreja y me dio un fuerte abrazó, su abrazo era cálido y apacible, mi corazón ya no latia de nervios, latia al ritmo del suyo.
- Lo prometo pequeña - Empezó a Sollozar.
Nos incorporamos de nuevo y con la frente en alto nos dirigimos a aquel salón de nuevo. Allí estaba su Majestad, observando el paisaje desde el balcón del Castillo. Al vernos, una sonrisa tímida floreció de su rostro y se dirigió hacia nosotros.
- Padre, mi prometida y yo pedimos su solemne bendición para nuestro matrimonio - Valentine y yo hicimos una reverencia ante el.
- Hijo mio... Yo siempre cumplo mis promesas, no quería esto para ti... Pero tienen mi bendición -
Su majestad se acercó a la multitud y tomo una Copa con vino. Alzó su copa y exclamó:
- Por mi heredero, el príncipe Valentine... Por su prometida, Charlotte Bell... Y por un matrimonio próspero y largo... ¡Salud! -¡Salud!
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Una promesa de amor
Romantizm"Las promesas no se hacen en vano" Charlotte una joven sirvienta, la cual llegó al Reino pidiendo clemencia, no esperaba encontrarse con la persona que cambiaría su vida... El príncipe Valentine ante una promesa de amor, encontró en ella la calma y...