Mentiras (Mairimashita! Iruma-kun)

Cap. 01: Sueños & Nostalgia

- ¿A dónde deberíamos ir ahora, cariño? - dijo ella de forma animada

¿A dónde? ¿De qué están hablando?

- Buena pregunta, querida - respondió él con la misma actitud positiva - ¿Que tal si probamos suerte en Las Vegas? ¡Ya es hora de un cambio de aires!

Por cierto... ¿Dónde estoy? ¿Quiénes son ellos?

- ¿Verdad que sí? Al igual que la selva y el polo norte, el desierto empieza a ser aburrido.

Ah, cierto. Estamos en el desierto. Y ellos son...

- Bueno, habiendo dicho eso...

ELLOS SON MIS PADRES.

- ...¿Podrías empacar nuestras cosas, Iruma? - dijeron al unísono los dos adultos.

Ya lo recuerdo. Nunca fui una persona para ellos, siempre fue así.

Sin embargo...

- De acuerdo.

Creía que algún día sería diferente. No pude evitar creer en ello.

- ¿Podrían al menos pedir nuestra opinión? Y también, no traten a Iruma como su esclavo.

¿Eh?

- Vamos, familia - agregó papá - Si nos damos prisa, podremos conseguir un camello.

- ¡¿Me están escuchando?! - volvió a replicar...

...¿Quién es ella?

- Muy bien... ¡Vamos! - habiendo dicho eso, mamá cierra la conversación.

- Ugh... Lo siento, Iruma - se disculpó - Déjame ayudarte con esas maletas.

- De acuerdo

¿Eh? El hablar con ella...

- Haces que me sienta mal cuando respondes de esa forma

- Lo siento

¿Por qué se siente tan natural?

- Tranquilo, no lo dije para que te sientas mal - dijo colocando su mano izquierda sobre mi cabeza para acariciarme - Sabes que siempre voy a estar para tí, Iruma.

- Disculpa... ¿Quién eres?

- Bueno, será mejor que vayamos ahora. Ellos son capaces de olvidarnos aquí.

- ¿Eh? ¡Espera! ¡¿Quién eres?!

Antes de que pudiera ver su rostro, ella empezó a marcharse en la misma dirección que mis padres.

¡No te vayas! Si lo haces... ¡Me quedaré solo!

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...¿Qué fue eso?

Iruma sintió como sus ojos se abrían y notó el techo de su habitación, al igual que un profundo sentimiento de nostalgia.

¿Un sueño?

Aún así, era muy extraño. Con respecto a su vida con sus padres en el mundo humano, solía tener pesadillas de vez en cuando. Nunca un sueño que lo hiciera sentir así.

Cuando pensó que nada podría ser más extraño...

- ¿Hm?

Descubrió que, aunque despertó en su habitación, no estaba en su cama. Además, tampoco estaba solo.

- ¿Iruma-sama?

- Irumachi, ¿estás bien?

Entonces lo recordó. Con toda la tarea que Opera les dejó, decidieron juntarse para realizarla.

Sin embargo...

- ¿Me dormí?

- Bueno...

- Irumachi se puso flojo y cayó dormido.

- ¡¿Tanto así?!

- ¡ESTÚPIDA CLARA! ¡¿CÓMO PUEDES LLAMAR FLOJO A IRUMA-SAMA?!

Y antes de darse cuenta, Asmodeus y Clara habían iniciado otra pelea. Una que obviamente, Iruma decidió interferir.

Salvo ese inconveniente, la tarde de aquel fin de semana progresó sin problemas. Llegado el anochecer, era hora de la despedida.

- Irumachi, ¿qué estabas soñando?

- ¿Eh? ¿A qué viene esa pregunta, Clara?

- Iruma-sama, antes no lo mencioné, pero usted parecía algo inquieto mientras dormía.

- Bueno... A decir verdad, ya no lo recuerdo muy bien. Pero diría que soñé con algo... ¿Nostálgico?

- ¿Nostálgico? - preguntaron al unísono.

- Sí, se sintió como algo que ocurrió hace mucho tiempo. Aunque ya no lo recuerdo bien.

- Entonces... ¿Irumachi extraña algo?

- Pues...

Iruma se quedó sin palabras. Aquel razonamiento sonaba totalmente lógico, sin embargo...

- ¡Clara~!

- ¡Alice-sama, he traído el carruaje!

Antes de poder pensar en una respuesta, ya habían llegado a recoger a sus dos mejores amigos.

- Bueno, Iruma-sama... Con su permiso, me despido.

- Hasta mañana, Irumachi

- Azz, Clara... Los veo mañana

De esa forma, los tres chicos se despidieron.

Bueno, aquella charla tal vez quedaría para otro día. Aunque lo más probable era que fuera olvidada.

● ● ●

- Entonces... ¿Qué soñaste exactamente, Iru-boy?

Incluso después de que Clara se fuera, Iruma no podía dejar de pensar en lo que ella dijo.

¿Extrañaba algo del mundo humano?

Tras un año de experiencias en el Inframundo, prácticamente había enviado aquel sitio al olvido.

En primer lugar... ¿Porqué pensaría siquiera en regresar? No tenía nada en contra del mundo humano, pero tampoco es un lugar al que le agradaría volver.

A parte de ser el lugar donde nació, no tenía ninguna buena razón para sentir apego alguno.

Aquel mundo lo había tratado de terrible forma desde que tenía memoria; hay tantos malos recuerdos que preferiría olvidar.

Aún con todo eso... ¿Había algo para él en un mundo así?

Iruma negó con la cabeza, tales pensamientos no lo llevarían a ningún lado.

Incluso su abuelo y Opera notaron que había algo mal con él durante la cena. Fue difícil quitárselos de encima después de eso.