Cap. 02: Acerca de "Dark Threat"

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En mitad de la oscura y fría noche, el teléfono con el número personal de Baal empezó a sonar repentinamente. Luego de revisar el identificador, sólo pudo esbozar una sonrisa malévola.

- Buenas noches, princesa Shura... ¿A qué se debe el honor de hablar con usted? - saludó con el tono más cortés que tenía dentro de su hablar.

- Hola, Baal - saludó una voz alegre y tímida desde el otro lado de la línea - ¿Qué tal estás? ¿Te importaría si charlamos un rato?

Baal solo pudo seguir regocijándose con la situación: La princesa de la Tribu de los Majin, a quien ni siquiera los Tres Grandes podían ignorar, era su aliada. Solo podía pensar en lo ingenua que era ella al caer en su acto de héroe durante el Deviculum.

- Por supuesto... Estoy para servirla.

- Vaya, me hace muy feliz escucharlo.

Sí, definitivamente era muy ingenua.

Cuando ideó aquella operación, esperaba tener un ligero respaldo por su parte. Sin embargo, ella estaba tan apegada a Baal que usaba su voz para hablar con él.

Bueno, al menos por teléfono. Delante de otros y presencialmente, se comunicaría mediante las flores que empleaba usualmente.

- No se preocupe. Entonces, ¿qué es lo que desea?

- Ah, sí. Verás... Las cosas por acá están algo agitadas, así que pensé que podría hablar contigo para despejarme un poco.

- Oh, ya veo

Información exclusiva sobre eventos dentro del territorio de los Majin.

Sim duda esto es algo que Baal no dejaría pasar. Cualquier cosa que ella dijera, podría ayudarlo a acercarse cada vez más a sus retorcidas ambiciones. Sobretodo si eso causaba revuelo entre seres superiores como ellos.

- ¿Ha sucedido algo, princesa?

- Pues... ¿Has escuchado hablar de "Dark Threat"?

- ...Sí, he oído rumores.

Mintió.

Él sabía que no eran simples rumores.

Para bien o para mal, tenía acceso a información confiable. De hecho, más que cualquiera de las Trece Coronas. Esto era una de las cosas que le hacía honor a su antiguo apodo de "El Estratega del Sur".

Por supuesto, también sabía de "Dark Threat": Un espacio aislado de todo el inframundo que es usado como prisión de máxima seguridad. Ahí estaban individuos que incluso los Majin tienen problemas para lidiar.

- A decir verdad, hay dos individuos que se escaparon de ese lugar.

- ...¿Escaparon?

- Sí, pasó durante el Deviculum.

De acuerdo, eso no se lo esperaba en absoluto.

¿Dos individuos escapando de la prisión con mayor seguridad del inframundo? Eso estaba en otro nivel.

Sin embargo, la princesa no parecía especialmente preocupada por el asunto en cuestión.

Entonces, ¿qué debía pensar él con respecto a ello? ¿Le beneficiará o le perjudicará?

La única forma de saberlo era obteniendo más información.

- Qué desastre... ¿Sabe usted cómo escaparon?

- Aprovecharon que estaba ausente con mis guardias para hacerlo, pero aún así, es sorprendente que lo hayan logrado... Incluso si no estaba, nadie había logrado algo parecido antes...

- Entiendo... Veo que entre los Majin hay individuos realmente peligrosos.

- Ah, no. Ahí te equivocas. Aquellos que escaparon no eran de nuestra tribu.

- ...¿Son demonios?

- Tampoco

- Entonces, ¿qué son?

- Pues... Bueno eso no es algo relevante a decir verdad. Creo que mis subordinados lo tienen todo bajo control.

Parecía que Shura no quería hablar de ello y Baal no podía arruinar las cosas forzándola a hacerlo. Esto empezó a estresarlo un poco.

- ...Tal vez pueda ayudarla reconociéndolos - propuso el Emperador del Rayo.

- Bueno... No recuerdo bien sus nombres, pero eran un chico y una chica. Muy jóvenes si no mal recuerdo.

- Oh...

- El chico era un peliblanco con ojos grises, y la chica... Tiene menos edad que la de los candidatos del "Plan TS"

Baal lo sabía, eso era muy poca información. En este punto, no sabía si ella desconocía al respecto o simplemente no quería dar demasiados detalles.

Del primero, sabía que era un chico joven y albino... Pero de la segunda...

- Disculpe, sobre ella... ¿Solo sabe su edad?

- Bueno, puede que esté equivocada.

Bien, eso no ayudaba en lo absoluto. Baal debía admitir que empezaba a irritarse, pero si llegaba a demostrarlo, perdía.

Por ello...

- Supongo que no son tan peligrosos si puede darse el lujo de olvidarlos - decidió continuar con la conversación de la forma más amena posible.

- ...

- ¿Mm? ¿Ocurre algo?

- ¿Eh? N-no, no es nada. C-como sea, me siento cómoda hablando contigo... ¿Quieres que tengamos otra fiesta de té entre estos días?

- No hay problema, princesa. Espero con ansias su invitación.

- De acuerdo, te la haré llegar pronto. Hasta luego, Baal.

Con esas palabras, la princesa colgó el teléfono. Había varias cosas que rondaban por la mente de Baal con esta conversación, pero lo dejaría pasar. Él ya tenía sus propios planes y debía continuar con los preparativos.

En ese entonces, no tenía idea de aquello que se avecinaba.

Mentiras (Mairimashita! Iruma-kun)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora