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Socqueline
Estoy por llegar

   Le ha enviado diez minutos antes de la hora de encuentro.

   Él ya está esperándola en el lugar acordado. Socqueline le comentó que vendrá en transporte así que no es de extrañar que demore.

   Se pregunta si está bien pedirle que vayan a un sitio en especifico o solo deberían caminar hasta allá y aparentar que fue espontaneo.

   Como está de pie en la entrada principal de la plaza, ve el momento exacto en el que Socqueline cruza la intersección para llegar al sitio. Ella lo saluda con la mano y al llegar le pregunta finalmente a dónde irán.

   —¿Quieres ir a un jardín? —Aprovecha la oportunidad—. Está a veinte minutos desde aquí.

   —Ah, el jardín de las artes —Dice como quien conoce a alguien de toda la vida—. Estoy de acuerdo, vamos.

   En realidad se llama Jardín del palacio real, piensa y sonríe. Está un poco decepcionado por no llevarla a un sitio nuevo pero está bien ir si los dos están a gusto.

   Caminando silencio a su lado la mira de reojo varias veces pensándo en lo linda se ve hoy, y lo agradable que es el hecho de que no parezca incomodarle no estar hablando durante un momento, al igual que sucede con él.

   Sin embargo, no quiere que darle oportunidades a la malinterpretación de su actuar, por ello toma la iniciativa para comenzar una nueva conversación.

 —¿Has ido alguna vez allá?

 —Fui con una amiga hace un tiempo pero no más que eso —Comenta—, no soy artista así que no le doy homenaje al sitio.

   Ella ríe al igual que él y en su rostro percibe que están pensando lo mismo, que aquello no tiene sentido alguno aunque él no la contradice de igual forma.

  —Sé que tú lo eres —Añade ella— así que está bien que vaya contigo, aunque no lleves uno tus instrumentos.

  —¿Marinette te lo dijo? —No puede evitar levantar una ceja, está bastante curioso.

  —Ya lo sabes, ella habla mucho sobre las personas que le gustan y tú no fuiste la excepción en el momento —Ella le dirige la mirada—, es por eso que estoy aquí ahora. Si no tuviera una buena perspectiva tuya, pensaría que eres un raro y no te hubiera aceptado la invitación.

  —Pero tú propusiste salir —Se adelanta en recordar.

  —Porque tú también me agradaste —Hace una pausa larga— aunque no quisiera tener nada más la antigua perspectiva de Marinette. Así no podré conocerte bien.

   Deja de mirarla en el momento que ella lo ha hecho también con él. Su cara se siente caliente y sus ojos están muy abiertos mientras que su sonrisa se le escapa junto con una pequeña carcajada.

  —Me alegra que pienses así —Responde en voz baja.

  Que bello es sentirse correspondido.

The way you make me feel inside  [Socqueline, Luka]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora