prohibited -minsung-

capítulo 6. gatos y café

Toda su concentración se había ido en minho nuevamente. 

Jisung de alguna manera se sintió irritado por no poder alejar al hombre de sus pensamientos. 

Recogió sus cosas dispuesto a irse a casa y tener un momento de relajación después de las clases de las cuales había prestado poca o nada de atención cuando su celular comenzó a vibrar en su bolsillo. 

Era Minho. 

El mensaje era claro en la pantalla, Minho lo estaba esperando afuera, listo para una sesión de cafeína después de clases. 

Su corazón empezaba a latir acelerado. Jisung respondió casi al instante, emocionado de volver a sus pequeños encuentros juntos. 

Mando al carajo su planeación de un día relajante, dispuesto a ir a donde sea que Minho quisiera llevarlo. 

En ocasiones como estas, realmente adoraba que Minho y él tuviesen la misma carrera universitaria a diferencia de su mejor amigo que se la pasaba en otra Facultad junto a Hyunjin y Changbin. 

Recogió rápidamente lo que le faltaba por meter a su mochila y salió al pasillo. 

Efectivamente Minho se encontraba parado en la pared con el celular en las manos. 

—Minho Hyung. 

El pelinegro alzó la mirada y sonrió. 

—oh, Jisungie, pensé que tardarías un poco más. 

—Mis clases terminaron justo un momento antes de que recibiera tu mensaje. ¿A dónde iremos? 

MinHo simplemente sonrió, empezando a caminar por el pasillo, Jisung solo pudo seguirlo con la emoción aún floreciendo en su pecho. 

—Abrieron una nueva cafetería, es algo peculiar… quise ir ahí en cuanto supe que abrirán. – dijo después de unos minutos caminando juntos. 

Jisung se preguntaba qué tenía de peculiar, aún así cualquier cosa que fuese él estaría dispuesto a ir con tal de estar con Minho. 

—Está bien Hyung, no te preocupes por mí, suena interesante. 

Minho solo asintió, dejando el tema por terminado y caminaron por el campus de la Universidad en silencio. 

Eso es algo que realmente amaba del pelinegro, no necesitaban crear conversaciones para sentir la comodidad, eran tan naturales juntos que combinaban a la perfección. 

Sus personalidades se amoldaron y crearon un ambiente sinérgico con el que Jisung podría derrumbar sus paredes de protección. 

Minho le brindaba esa paz y confianza que necesitaba en su vida. 

Al contrario de sentir las mariposas en el estómago de las que todo el mundo habla cuando se enamoran, Jisung siente como si estuviera rodeado de flores silvestres, oliendo el viento con aroma cítrico. 

No era más que el perfume de Minho, pero le gustaba imaginar. 

Imaginar que Minho era ese hermoso campo de flores, tranquilo y sereno en donde podía sentarse por horas sin cansarse. 

Sin embargo, Jisung sabe que a veces ese campo se marchita y su cielo se vuelve gris. 

No son más que sus propias inseguridades, el miedo de amar tanto a Minho, el dolor que le causa la traición que le hace su corazón a su mejor amigo y aún así, no puede evitar querer a ese hermoso campo, marchito o no, Jisung lo amaba. 

Si Minho se da cuenta que otra vez está perdido en sus pensamientos, no dice nada, solo lo guía fuera de la Universidad tomando su brazo entre el suyo para caminar lado a lado.