Las pisadas de la rubia Modric resonaban en todo el cuarto, estaba segura que sus padres irían a su cuarto a decirle que dejara de caminar de un lado a otro, mordía sus uñas como respuesta para calmar su desesperación, se suponía que Alex la llamaría apenas se encontrará con el alfa, pero llevaba dos horas intentando comunicarse sin conseguirlo, cada intento terminaba en el buzón de voz, su alfa interno empezó a regañarle por no haberlo detenido, el menor estaba en un país que no conocía, ni siquiera hablaba el Italiano.
Las dudas llegaron a su mente ¿Le habrá pasado algo malo? ¿Y si un alfa lo engaño? No, Alex era listo, iba a estar bien, tenía esperanza, mordió su labio con fuerza queriendo ser objetiva, pero el miedo empezaba a consumirla, tendría que decirle a su Ma' solo esperaba que el Croata tuviera más consideración que su otro padre.
El camino a la cocina se le hizo eterno, estaba luchando consigo misma para poder seguir caminando, realmente tenía miedo de decir la verdad, pero no tenía opción. La figura del croata apareció en su radar de visión, se movía de un lado a otro buscando los ingredientes para seguir cocinando.
—Ma' ¿Te puedo contar algo? —preguntó llamando su atención—. Pero promete que no te vas a poner chinchudo como papá.
—¿Qué hiciste? —detuvo sus movimientos para darse la vuelta.
—Ayude a Alexander a ir a Milán a buscar a Zlatan Ibrahimović —tragó saliva—. Descubrió que es su padre, pero ahora no contesta mis llamadas.
—¿Qué acabas de decir Emma Angela DiMaria? —la voz del argentino sonó tras la chica.
—Voy a llamar a Geri —vio a su esposo y luego a la pequeña—. Estas castigada, u svoju sobu (a tu habitación)
En cuanto su hija se fue, buscó su móvil para llamar al culé, realmente no podía creer lo que el pequeño había hecho, podía notar la mirada de su esposo sobre él.
—¿Qué pasa? —preguntó despegando el móvil de su oreja.
—Me excita cuando hablas en tu idioma natal —se acercó un poco.
—Mejor encargate de la comida, no es momento para tus hormonas.
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Un auto negro se estacionó en la entrada de la escuela, volteo a ver la bolsa donde se encontraba un oso de felpa con la remera del barcelona, el plan de Geri era sencillo, saldría con su hijo a comer y hablarían sobre lo que paso en el pasado, aunque quizá la cena seria en la casa por el mal clima.
Su móvil sonó debido a mensajes de la kings league, luego los vería, seguro los chicos estaban hablando idioteces como siempre, bajó del auto para esperar que su hijo saliera, guardó el aparato cuando vio a los niños salir, espero unos cuantos minutos hasta que notó que Alex no salía.
—Señor Pique —una mujer le llamó—. ¿Qué hace aquí?
—Vine por Alex —respondió confundido— ¿Se quedó castigado?
—Alex no vino a clases hoy —Le informó.
—¿Qué? Alex si vino, lo dejé aquí hace horas.
—Lamento decirle que Alex no asistió a clases hoy.
Sus manos empezaron a sudar, ¿Y si alguien lo secuestró? No, sería imposible, la escuela tenía seguridad y nadie que no fuera él no podía sacar a su hijo, se alejó del edificio para subir nuevamente a su auto, rápidamente buscó el número de su hijo para llamarlo, pero no le respondía.
El número de Luka Modric apareció en la pantalla, contestó de forma rápida, quizá Alex se fue con Emma.—¡Modic! Por favor, dime que Alex está contigo —pidió llevando su mano a su corbata para quitarsela, casi no podía respirar.
—Te llamó por eso, Alex se fue a Milán, fue a buscar a Zlatan —le informó.