El aire frío de España obligó a Pique a poner la calefacción un poco más alta, la portátil sobre la cama mostraba a cuatro omegas, posiblemente los mejores amigos que Gerard tenía, y las únicas personas -además de Pep- en las que confiaba para contarles todo lo relacionado con cierto sueco que estaba volviéndolo loco una vez más. Los ojos de los omegas vagaban de Pique a la maleta que era empacada y desempacada repetidas veces que ya habían perdido la cuenta.
—¿Estás completamente seguro de que puedes con esto? —el alemán fue el primero en hablar, claramente preocupado—. Ustedes no se han visto en doce años, Geri.
—Alex está con Zlatan, Mesut —la voz de Iniesta sonaba en el cuarto, cosa que hizo parar a Geri—. No tiene opciones, le guste o no, debe ir.
La mirada del presidente de la Kings se posó en el portarretrato en su mesa de noche, una foto de Alex en su primer cumpleaños, su mente divagó un poco ¿Alex estaría comiendo bien? ¿Zlatan se estaba comportando como un buen padre? ¿Y si Alex no quisiera volver con él? O ¿si Zlatan decidía pelear por la custodia? La mente del omega empezó asustarlo con la última pregunta, no, el sueco no era así, no era capaz de arrebatarle a su cachorro.
—Gerard —Xavi se hizo presente, llamándolo con el mismo tono que usaba como entrenador sacándolo de su transe—. ¿Qué te dice tu omega?
—Está asustado, nervioso, alegre... Es un manojo de emociones extrañas, quiere abrazar a Zlatan y decirle que lo ama —responde lanzando una camiseta con enojo—. No puede seguir... Teniendo esos estúpidos sentimientos
La tormenta de emociones que Gerard sentía sin duda le atemorizaban, pasó una década, Zlatan solo debía ser un viejo recuerdo, el solo pensar en tenerlo enfrente hacía que sus piernas le fallaran como si fuera una jovencita tonta que apenas se enamoraba.
-¿Y si no me reconoce? -soltó de repente, dándose cuenta de lo absurdo que sonaba.
-Geri, tu foto vive en internet -le recordó Leo-. Dudo que no te reconozca... además seguro ve tu foto para -hizo una seña obscena, como si estuviera masturbando el aire.
-¿Qué te hizo cristiano? el Leo que conocimos no diría eso -Comentó Xavi negando con la cabeza-. Estarás bien, Geri, es Zlatan
-Por eso no estoy tan seguro, ¿y qué tal si no quiere verme? -preguntó tomando el portátil
-Llegando -Modric se unió a la conversación con una leve sonrisa-. Perdón la tardanza, ¿De que me perdí?
-Geri, no está muy seguro de querer ver a "ese" alfa -le comunicó Leo
-Anoche habían hablado -le recordó Iniesta frunciendo el ceño-. Supongo que arreglaron algo.
-Andrés es diferente una llamada por un móvil a tenerlo enfrente -una mueca apareció en su rostro-. Dios, necesitare algunos tragos para soportar el viaje
-Espera, Geri... -pidió el alemán-. ¿Hablaste con Zlatan? eso no nos dijiste... cuenta
-Que chismoso -soltó Xavi antes de ver al omega de ojos azules-. pero cuenta.
-Bueno...
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¿Hace cuanto tiempo no gozaba de esos silencios en su casa? Solo, tomando un baño caliente con una copa de vino, quizá desde que Alex tenía seis e iba a las pijamadas con los hijos de sus amigos, amaba a su hijo, pero había momentos como aquellos donde quería ser algo egoísta y disfrutar de un relajante baño. Se hundió en el agua disfrutando la sensación antes de salir y secarse el rostro, tomó la copa de vino que descansaba a su lado para darle un sorbo, sus músculos se relajaban con el suave toque del agua, todo el día entrenando, descargando la furia que tenía porque esa mujer había osado ponerle una mano encima a su hijo, el solo recordarlo hace que su omega quisiera salir y matar a esa mujer él mismo, pero confiaba en que Zlatan hubiera manejado la situación. Estaba perdiéndose en sus pensamientos cuando el sonido de su móvil lo sacó de sus pensamientos, de mala gana lo tomó dando una rápida mirada a la pantalla, casi se ahoga con el vino al ver ese nombre ¿Qué hacía llamando a esa hora? ¿Debía contestar? No, aún no estaba lo suficientemente ebrio, sin pensar dos veces tomó la botella dando fondo dejándola casi por la mitad, se aclaró la garganta para por fin contestar, se había olvidado que Zlatan estaba con su hijo, quizá había sido una mala idea beber más de la cuenta, o quizá no, necesitaba de mucho valor para enfrentar al Sueco.