Un Verano Para Nosotros

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Jackson

Es sábado y es la fiesta en la casa del amigo de Belly.

Me acabo de despertar, y son las dos de la tarde, ayer me fui muy tarde a dormir.

Bajo a la cocina a por algo para comer.

Mi hermana no está en casa, creo que se iba a la de su novio. Así que estoy solo en casa.

Pongo música y llamo a Max para ver cuándo va a pasarse por mi casa para ir a la fiesta.

—Hola, bro.— me saluda.

—¿Cuándo te vas a pasar por aquí?

—No sé, ¿la fiesta es las ocho?

Asiento.

—Pues media hora antes.

—Vale. Pues luego nos vemos. ¿Hiciste las paces con tu novia?

Se hace el silencio hasta que dice:

—Sí, después de muchas llamadas, salió de su casa y me vino a buscar a la acampada esa.

—Me alegro.

Se queda en silencio y me dice:

—¿Y tú con la chica esa? ¿Belly?

—Pues, ahora nos llevamos bien, somos amigos.

Se ríe.

—¿Te mola, no?

—No.

Mentira

—Bueno, vale. Te cuelgo.

--

Ya son las siete y media, me he puesto unos vaqueros y una camiseta de manga corta.

Estoy en mi sofá tirado, esperando a Max.

Voy a escribir a Belly...

Yo: Cómo vas?? Tienes ganas?

Me contesta al momento.

Belly: Yo voy bien, ya estoy en la fiesta. Recuerda que tenemos que fingir que estamos saliendo.

Me río.

Yo: Sí, paranoica, lo sé...

Belly: Vas guapo? Eso es importante, eh.

Yo: Yo siempre voy guapo, así que sí.

No me dice nada.

Belly: Bueno, te veo en la fiesta...

Llaman al timbre de mi casa.

Me levanto para abrir la puerta, y ahí están Max y su novia.

—Holaa— me saluda su novia.

—Hola.— les saludo.

Max da una palmada y dice:

—Jackson vete en tu moto, que si nosotros nos queremos ir antes, no podemos.

Asiento y me río.

Vaya dos...

—Por mí no hay problema.

Me subo a mi moto, y ellos a su coche, que está al lado del mío.

Después de que ellos arranquen, lo hago yo.

Llamamos al timbre de la casa y nos abre Belly.

Nos mira, y cuando sus ojos se posaron en mí, sonríe.