Cuan Lejos Voy

617 69 36
                                    

Sé que en el diario de Darling se explica esta historia de manera Canon. Pero mi yo de 2017 no sabía eso. Y data desde mucho antes, la primera vez que planifique esta escena. Mi corazón no me exige, me SUPLICA que escriba esto.

Y bueno, si hemos cambiado tantas cosas, ¿Les molestaría mucho aceptarme un cambio más? Sonríe falsamente

Digo, parece que lo único canon que respeto, es el odio que le tiene Darling a sus padres.

Por cierto. Esta vez usé dos canciones. Una la dejaré, modificada, como título del capítulo. La otra, en el video, ja, ja, ja

PD: Intento ser coherente con lo que escribo. Y la verdad, cometí un terrible error cuando escribí por primera vez "El país de las Maravillas". Es un nombre demasiado largo y poco conjugable. En algún punto de este capítulo, lo voy a escribir en inglés, y de ahora en adelante será así. Dejaremos la corrección de este dato para dentro de 3 años, cuando reedite esta historia. ¿Vale?

————

El sol brillaba por lo alto en la ventana del cuarto de Darling. La más alta de todo el castillo, como era de esperarse. Era el día de su décimo cumpleaños, y el castillo de los Charming estaba decorado con globos de colores y una gran mesa llena de deliciosos dulces, esperando a ser devorados.

Pronto, los invitados llegarían. Sus padres habían sido muy específicos. Era el día donde se presentarían ante el mundo. Era donde conocerían a más chicos de su edad, y se presentarían en la sociedad.

El día que conocerían a la enigmática Apple White.

Y eso, era algo que Darling no se quería perder. Daring jamás jugaba con ellos, y Dexter, su hermano gemelo, no era el más aficionado a explorar aventuras. Así que, si hoy llegaban nuevos chicos, ¡Eso significaba que podía jugar con ellos!

Sin pensarlo mucho, Darling se puso su ropa de aventuras. Unos pantalones color verde que estaban bastante desgastados. No se suponía que debía tenerlos, eran de Dexter, y ella los había ocultado, obligando a los empleados a ser parte de su secreto.

Una camiseta blanca simple, con estampados en tono pastel. Tampoco se supone que debería tener eso, era demasiado ordinario y común para una princesa. A su mamá le iba a dar algo cuando la viera vestida de esa manera.

Pero, nadie solía prestarle mucha atención, no se iban a dar cuenta. Le emocionaba más la aventura y las ganas de conocer, que un par de gritos y regaños.

Al abrir la puerta, se encontró con su hermano. Hacía un tiempo que Dexter y Darling dormían en habitaciones separadas, pero Darling no dejaba de extrañarlo. La conexión que tenían, siendo gemelos, era algo único, y se sentía abandonada cuando su hermano no estaba cerca.

Asustadizo y muy diferente a ella, Dexter Charming parecía horrorizado de ver el aspecto de su hermana.

—Madre te matará como te encuentre vestida así. Ya sabes lo que dice...

—Las princesas no visten de esa manera— Se burló Darling, tratando de imitar la voz de su madre— ¡Anímate, hermanito! Es nuestro cumpleaños, ¿Qué puede salir mal?

A Dexter se le ocurrían mil maneras de que algo pudiera salir mal. La decepción en los ojos de su mamá, era una de ellas.

—Además, ¿En serio merezco un regaño en vez de una felicitación de cumpleaños? Por qué yo, si tengo una para ti— Reclamó, aunque apresurándose para abrazar a su hermano— Feliz Cumpleaños, Dexter.

Eso hizo que su hermano bajara la guardia, correspondiendo al abrazo.

—Feliz Cumpleaños, hermanita.

Die VorurteileDonde viven las historias. Descúbrelo ahora