Die Vorurteile

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Dos canciones en un capítulo, o... ¿Dos capítulos en una canción? ¿Tres canciones en una canción? ¿Dos voces y una canción?

Presten un poco de atención a los videos de estos próximos dos capítulos, les pueden dar pistas serias de lo que está pasando. 

Y prepárense también para la clase de español.

Oh, y... he puesto el nombre de todos los capítulos que nos faltan para terminar este fic, en este cap. Suerte encontrándolos. 

Por cierto, este capítulo sufrirá un par de modificaciones para adaptarse a la región cuando lo pase a Inglés. Por si alguien algún día lo encuentra, ya me entenderán. 

Y, por cierto. Me gustaría que, al final del cap, me digan si entendieron el orden de las historias. O porque había mencionado a tantos personajes de Once Upon a Time.

PD: Odio los live Action de Disney. Solo me gusta el de la Cenicienta y Maléfica 1.

PD 2: No se si estoy abusando demasiado. Seguramente si, pero puse un dibujo en medio del fanfic, creo que representa mejor lo que quiero mostrar.  Pero, entiendo que eso luego puede cortar la inspiración de la lectura. Si les molesta, hazmelo saber, y mejor pongo el dibujo al inicio del próximo cap.

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Durmiendo en medio de una tarde de verano, fue como Apple finalmente se decidió a sacar todas las dudas que su mente guardaba.

No era la primera vez que lo pensaba, y eso, posiblemente, era lo que la había orillado a tomar esa decisión.

Apple White, entre todos los personajes del cuento, estaba dudando de su destino.

Y no porque no le gustara. Adoraba el rumbo que su cuento había tomado, incluso si era totalmente diferente a lo que conocía y a lo que le habían prometido.

Era porque, algo dentro de ella, le decía que eso no era lo correcto. Que algo no estaba yendo totalmente bien. Y principalmente, podía culpar a Raven por haberle metido en la cabeza todas esas ideas liberales de "seguir realmente tu propio camino".

Era que, desde que le habían contado que su historia había terminado, no se sentía realmente satisfecha.

Había lagunas y momentos nublados en su mente. Sus pensamientos... era como si no los pudiera procesar en su totalidad. Como si aceptara todo lo que venía, solo porque así debía de ser. No lo pensaba mucho, era cierto. Pero tampoco es que pudiera hacerlo, era como si estuviera bloqueado.

Aquellas palabras de Gilles Grimm, le habían metido una duda en su mente. Aquella duda que ya había apagado, y que ahora no se despegaba de su lado.

Un día, ella no pensaba en Darling en lo absoluto. Era la hermana menor de su novio, a quien solo vía en los veranos. No cruzaban más de dos palabras en todo un año, ni siquiera era parte de sus amigas.

Al otro, no podía dejar de pensar en ella. Un simple beso poco convencional, había provocado que su mente se atosigara con momentos a su lado, que la encontrara en todos lados. Inventando todos los detalles de su historia, encontrándola en cada calle. Pero nada personal, ¿Sabes? Seguía sin dirigirle la palabra.

Y de un momento a otro, estaba perdidamente enamorada de ella.

Sin embargo, por más que lo intentara, no podía pensar mucho en ello. No es que no quisiera, es que las palabras no venían a su mente, ni tampoco podía relacionar sus pensamientos. No encontraba nada que pudiera tener lógica, y simplemente, tenía una sensación de que debía aceptarlo y ya.