05.

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—¿Como rayos pudieron hacerte esto sin que nadie se diera cuenta? —me queje mientras lo arrastraba hasta el lavabo en el centro de la mesa y buscaba un paño para limpiarlo—. ¿Nadie hizo nada?

—¿Que le sucedio? —Liam se pusó de pie al instante, mirando al rizado con los ojos enormes.

—Matones. ¿Acaso te recuerda algo? —me arrepentí en el momento en que esas palabras salieron de mi boca. Apretando mis labios juntos, sacudí la cabeza.

Harry me miró con atención antes de pasar su mirada por Liam. No pude evitar la sonrisa ante el fastidio que pude ver en sus ojos cuando entendio mis palabras. Sus manos subieron a su cabello, quitandolo de su rostro con un movimiento torpe antes de volver a mi.

—Zayn, yo lo...

—¿Podrias hacerte cargo de los chicos que hicieron esto? —pregunté, cortando lo que el castaño fuera a decir—. Si los enfrento en este momento probablemente los golpee y no quiero perder mi trabajo en el primer día.

Liam pareció dudar por unos segundos. El silencio se extendio entre los tres mientras Harry miraba entre ambos, como si estuviese presenciando un partido de ping-pong. Tomando un paño de uno de los muebles cercanos, lo humedecí y comencé a quitar lentamente la pintura de los rizos de Harry.

—Creo que puedo hacer eso —acepto Liam—. ¿Sabes los nombres de los chicos?

—Carter Broune y su grupito. —respondí—. No sé cuales fueron pero sería bueno que solo lo llevaras a él, que lo suspendan o algo. Podriamos utilizarlo como ejemplo o alguna mierda de esa.

—Esta bien, veré que puedo hacer —el sonido de una silla arrastrandose lleno la pequeña sala—. Me gustaria hablar contigo luego, Zayn.

Lo miré sobre mi hombro, intentando anular el aleteo estupido en mi estomago antes de asentir. Sus ojos sonrieron al igual que sus labios antes de que se volteara y saliera de la sala. Me quede mirando su espalda por un momento antes de que un jalon en mi cabello lograra que apartara la mirada. Harry aun seguía aferrando un mechon de mi cabello cuando lo miré.

—Eso duele —me queje, apartando su mano. Su ceño se frunció y soltó un bufido—. ¿Y eso porque fue?

Se encogio de hombros, mirando a otro lado. Ignorando el pequeño jalón, comencé a limpiar nuevamente su cabello antes de mirar su cubre-bocas, la cosa habia absorbido una gran cantidad de pintura y me preocupaba que el olor de los quimicos de la misma afectara al rizado.

—¿Puedes quitartelo? —pregunte, tocando con la punta de mi dedo el objeto en cuestión.

Harry sacudió la cabeza rapidamente, colocando una mano sobre la tela.

—Tranquilo, no voy a quitartelo —susurré—. Pero esta empapado en pintura, Harry, seria bueno que te lo quitaras. El olor puede hacerte mal.

Quitando su mano suavemente, el castaño me miró unos segundos como si estuviese considerando sus opciones.

"¿Has estado enfermo ultimamente? gesticulo finalmente.

—¿Como resfriado o algo así? —asintió—. Nop, desde el invierno pasado que no me enfermo.

"Los germenes pueden hacerme muy mal, hasta los más leves"

Miré a mi alrededor, notando que varios profesores ya habian pasado por allí. No sabiamos si ellos habian estado enfermos, por lo que no me atrevia a quitarle el tapa-bocas y correr el riesgo. Haciendo una mueca, volví a mirar al rizado.

—¿Puedes volver a tu habitación?

Sacudió la cabeza.

"La novia de mi compañero estuvo resfriada" gesticulo "He estado durmiendo con tapa-bocas"

Calcule mis opciones mientras miraba su rostro. Mi proxima clase empezaba en una hora y el edificio de profesores estaba probablemente desierto a esa hora. Pero si llevaba a Harry a mi habitación y alguien lo veía iba a meterme en muchos problemas. Perderia mi trabajo, probablemente. La tos seca que Harry logró que tomara una decisión apresurada.

—Ven. —tomando su mano, lo arrastre por los pasillos hasta llegar al edificio de profesores.

No volví a respirar hasta que llegamos a mi habitación y me aseguré de que nadie nos habia visto llegar.

—Okey —respiré agitadamente mientras apoyaba mi espalda en la puerta—. Segun lo que dijo Niall nadie ha utilizado esta habitación hasta que yo llegué, así que estamos libres de germenes.

Harry rió detrás del tapa-bocas, siendo interrumpido bruscamente por la tos.

Acercandome rapidamente, quité el elastico de sus orejas y aleje la tela mojada de su rostro. Me tragué un jadeo cuando finalmente pude ver su rostro sin obstrucciones. Harry era simplemente hermoso. Su nariz perfecta combinaba con sus finos rasgos, piel palida con mejillas sonrosadas y unos pequeños labios en forma de corazón de un palido rosa.

Su piel se sintió tan suave como la más fina seda cuando pase mi pulgar por su mejilla. Harry me miró con los ojos entrecerrados, apoyandose en mi gesto hasta que abrí la mano y acune su rostro. El calor de su piel parecio traspasar mi mano, llegando rapidamente a todo mi cuerpo.

¿Que era lo que hacia tan especial a este niño?

—¿Te sientes mejor? —pregunté.

Mirandome nuevamente, el rizado tomó un tembloroso respiro y asintio. Le sonreí suavemente antes de arrastrar mi mano lejos de su rostro y comenzar a buscar algo que pudiese prestarle para que pudiera cambiarse de ropa.

"¿Que haces?" gesticulo.

—No puedes estar con la ropa humeda, Harry —explique—. Voy a prestarte algo para que uses, luego puedes devolvermelo.

Asintió.

"¿Usas perfume?"

—¿Eh?

"¿Usas algun tipo de perfume?" volvió a gesticular.

—No. —sacudí la cabeza.

"Los olores fuertes me dificultan la respiración" explico.

—Bien, entiendo, nada de olores fuertes ni germenes —asentí—. Creo que vamos a estar bien, uso cosas sin olor ya que me gusta sentir el olor de la naturaleza cuando salgo a la calle y los perfumes suelen opacarlo.

"Mi compañero huele a naturaleza" comentó "Una naturaleza muerta"

Reí entre dientes.— No te preocupes, yo no huelo tan mal.

Sonrió y fue la cosa más linda que habia visto en mi vida. Una mano invisible golpeo mi cabeza cuando me recordé a mi mismo que Harry era un estudiante y yo un profesor. No podia verlo de otra forma que no fuera un alumo. Dios, era como, ¿cuanto? ¿ocho años mayor? Era mucha diferiencia.

—No tenemos el mismo estilo —dije cuando le pase un jean y una camiseta— Pero creo que esto podria quedarte.

—G-graci'as, Z-zyn. —esas dos palabras le costaron una fea tos pero no pude evitar sonreir.

—Tienes una voz muy bonita, Harry. —alagué. Y era verdad, su voz era suave pero rasposa, de una forma melodica—. Deberias usarla más seguido.

Harry inclino la cabeza y volvió a darme una sonrisa, esta vez los hoyuelos se marcaron en sus mejillas haciendolo lucir adorable. Mierda, otro golpe mental.

¿Recuerdan aquello que dije sobre las inexistentes tentaciones? Acaba de aparecer una. 

Intocable |Zarry|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora