••O6||No me pidas perdón••

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Narrador Omnisciente

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Narrador Omnisciente

—¿Qué eran esos gritos?—Preguntó el castaño una vez que su novio entró a la casa—

—¿Qué gritos?—Preguntó él evitando su pregunta, fingiendo demencia claramente—

Clyde lo miró con ambos brazos cruzados esperando una respuesta, el pelinegro empezó a sentirse nervioso, no podía decirle la razón de la pelea.

—Tweek me lo dijo..—Fue lo primero que atinó a decir, la expresión de Clyde se había suavizado, ahora se veía triste— ¿Estás bien?

—Así que Tweek te lo contó..—Dijo, mirando al suelo—

Ahora el que estaba confundido era él, ¿qué había pasado y por qué estaba triste?
Ni siquiera sabe como sacarle el tema sin que se de cuenta que en realidad no sabe ni el más mínimo detalle.

—Creí que me lo contarías tú, aunque entiendo que no querías preocuparme o algo..—Sus palabras sonaban más como preguntas, el castaño ni siquiera lo notó—

—Lo siento, debí haberte contado desde el principio, pero supongo que contarle a tú novio que dos de sus amigos le dejaron de hablar por él no es nada fácil..

"¿QUE ELLOS QUÉ?" Pensó Craig, trataba de disimular su cara de impresión y molestia, ahora tenía algo con lo cuál contraatacar, no podía creer eso de ellos, en especial Tolkien, es decir, ¿qué mierda?

—Lo siento, no quería que eso pasara..—Respondió apenado, estaba molesto pero en parte se sentía mal por Clyde, sentía culpa—

Sabe que el castaño no está pasando su mejor momento, es decir, el tampoco pero supone que quien está peor es el menor de los Donovan.

Podía notarlo en su físico, sus ojeras estaban aún más marcadas y oscuras, siendo bastante notorias junto a su cara pálida, no se veía tan mal pero cuando realmente sabes el contexto si puede notarse bastante. Incluso su peso, tal vez no era tanto pero si era notorio que había bajado, pues habían unos pantalones que le quedaban a la perfección y ahora debía usar cinturón para que los mismo no se cayeran.

—No te preocupes, no es tú culpa..
—El le mostró una triste sonrisa, dejándose caer en el sofá de la sala—

Tucker lo miró con una expresión triste, se acercó a él sentandose a su lado, recostando su cabeza en el hombro contrario y entrelazando su mano con la del castaño.

𝐀𝐩𝐫𝐞𝐧𝐝𝐢𝐞𝐧𝐝𝐨 𝐚 𝐞𝐦𝐩𝐞𝐳𝐚𝐫 𝐝𝐞 𝐜𝐞𝐫𝐨||𝐂𝐫𝐲𝐝𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora