⩩🕷️| 𝙏𝙖𝙧𝙖𝙣𝙩𝙪𝙡𝙖 {𝐇𝐎𝐁𝐈𝐄 𝐁𝐑𝐎𝐖𝐍}

⩩ 13. 𝙉𝙪𝙘𝙡𝙚𝙤 𝙗𝙡𝙖𝙣𝙙𝙤

"Eres como el sol, me despiertas
Pero me drenas si tengo demasiado de tí"

Hobie me sostiene los hombros con fuerza. Hay algo en mi rostro que le preocupa, le llena de sentimientos de tristeza, de desesperación. Mis manos temblorosas van a su rostro, intento tranquilizarle con mi tacto.

— Hobie, estoy bien. Tranquilízate. — Le he sonreído ya de una forma más débil, Hobie ha apartado la mano y me ha mirado, lleno de coraje.

— A ver, ____. Yo sé que para tí debe sonar a una locura pero; te conozco hace dos semanas y aún así siento que te conozco de toda mi vida.— Ha dicho en un tono lleno de angustia. — ¡Si no suena coherente es porque me importa una mierda la coherencia! ¡Pero sé muy bien que tú no estás bien!

Su voz hace eco en mi cabeza y siento mi corazón dejar de latir por un segundo. Nuestros ojos se cruzan, la ira y la desesperación en ellos, incluso el odio, puedo ver todo en él. Puedo entender todo lo que me dice y todo lo que no ha dicho aún. Del enojo, siento sus manos sobre mis hombros calentarse. Un tacto que es usualmente gélido está quemándome por sobre la ropa, haciéndome tener un escalofrío. Mi espina dorsal siente un choque eléctrico suave y hace que acomode mi postura a una más recta. He apartado mis ojos de los de él, apretando los puños y mordiéndome el labio. Siento un leve mareo y esa sofocante sensación de vértigo me invade. Llevo una de mis manos a mi cabeza y la sostengo suavemente, inhalando por la nariz y exhalando por la boca.

— ¿Vas a decirme de una puñetera vez qué te pasa? — Me ha dicho soltándome el agarre de los hombros algo despacio.

— Ya te dije que estoy bien, Hobie. En serio, no es necesario que te pongas como un perro protector.

— Seré un perro protector si eso significa que vas a dejar de ser una tonta. Eres una rancia, Tarántula. — Me ha tomado de la mano, dejando salir un suspiro pesado por sus fosas nasales. — Como no me vas a decir, te llevaré a tu casa, ya que.

En todo el camino Hobie y yo no hemos cruzado palabra. Tal vez porque estaba lleno de coraje o tal vez porque mis mareos se apoderan de mí y no puedo tan siquiera pensar bien. Hobie se ha detenido en seco, volteando un segundo para verme. Intenta mantener contacto visual conmigo, sin embargo evito su mirada de forma casi que instintiva. Puedo ver como muerde de forma muy sutil la perforación se su labio y luego la reacomoda con su lengua. Ha soltado mi mano por un momento, buscando algo en el bolsillo interior de su chaleco de cuero negro.

— ¿Vas a seguir sin decirme, ____? Sabes que nadie puede ayudarte si no hablas,  no es así? — Me ha dicho en un tono firme, mas susurrante — Sé que estás mal, no te pones así por nada. Y creo que si yo te he podido contar que soy el hombre araña, tú me podrías contar lo que sea que tienes en la cabeza. — Ha agregado mientras que se ponía sus pulseras negras, las reconozco, en ellas tiene sus lanzatelarañas.

— Lo sé... y perdóname. Realmente lo siento. — Le he dicho, apoyándome de un poste de luz, sosteniéndome la cabeza. El moreno alza la mirada, arqueando su ceja de forma sutil. Nos hemos mirado por un rato y he tenido que agregar. — Son cosas que aún no proceso... ¿Crees que estar en mi situación es fácil?

— A ver, veamos, podría debatirse. — Ha cruzado los brazos tras acomodarse su pulsera y verificar que funcionasen con unos débiles hilos. — Tienes 21 años, trabajas en un periódico que encubre a políticos solo por un par de millones, no tienes tiempo libre para hacer las cosas que te gustan porque incluso trabajas desde casa, no has tenido novio desde que te mudaste...