¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
8 meses y medio después......(35 semanas)
La panza ya no dejaba ver mis pies, ni siquiera podía ponerme mis zapatos yo sola y daryl tenía que ayudarme.
- Sabes, últimamente anda más activa Emma -dije mientras acariciaba el cabello de daryl- tal vez y ya quiera salir
- Si, tal vez -contesto mientras acariciaba mi vientre- espero que sea pronto realmente, porque ya la quiero conocer.
Sonreí al escucharlo, estaba con el hombre que amaba, viviendo y disfrutando está nueva etapa en nuestras vidas. Sin duda alguna nuestra hija sería muy amada por nosotros.
Semana 37 del embarazo
- ¡Daryl! -grite y pude escuchar como subía las escaleras rápidamente.
- ____ que pasa? -Dijo abriendo la puerta del baño un poco asustado.
- Emma ya viene -fue lo único que pude decir para ahogar un pequeño grito por el dolor que sentía por las llamadas contracciones.
Ya estaba un poco más tranquila, daryl estaba dormido en el sillón del cuarto en el que estaba pero aún que yo sabía que era normal no podía más con el dolor, necesitaba sacar a emma lo más pronto posible de mi.
- Doctor, cuándo va a nacer mi hija? -pregunte al doctor.
- son las 9 de la noche y tus contracciones ya comenzaron a hacerse un poco más seguidas, así que tal vez en la madrugada esa bebé Nazca - menciono el doctor, a lo que yo asentí.
- Me siento muy mal -Dijo daryl mirándome fijamente.
-Por qué? -sonrei un poco
- porque tú estás aquí, sufriendo por ella -Dijo acariciando mi panza.
- Daryl, no voy a mentir. Si, si duele, pero si este dolor es por mi hija estoy dispuesta a soportar el que sea con tal de que ella salga bien.
2:00am
Estaba muy sudorosa, ya había comenzado a pujar y Emma no salía, que batallo era tener un hijo.
- Todo va estar bien si? -me decía daryl mientras limpiaba las gotas de sudor que corrían por mi frente.
- Lo dices tan fácil, claro, como tú no eres el que va a sacar a un bebé de su vagina - conteste de mal humor, estaba muy cansada y realmente mi humor no era el mejor en estos momentos.
Puje y puje hasta que ya sentía mi garganta arder, y después pude sentir como algo se sentía vacío en mi y un llanto acompañaba aquel vacío. Mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas y sonreí al ver a daryl acercarse con un bulto entre sus brazos, era mi tesoro más preciado en este mundo, mi hija.
