❧ 𝐋𝐎𝐕𝐄𝐑 | ❝ can we always
be this close? ❞
Abbie había tenido una vida tranquila en su pueblo natal. Pero cuando los Cullen entran en su vida, esta se convertirá en una llena de peligros, seres sob...
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Morir era toda una experiencia. A diferencia de lo que pensamos, yo no vi una luz al final del túnel, tampoco vi mi vida pasar como si fuese una película —habría sido una muy aburrida, solo tengo diecisiete años, no me ha dado tiempo a vivir—, ni siquiera estaba mi madre para guiarme al Otro Lado. Simplemente estaba ahí, como flotando en una masa oscura. Eso era todo lo que veía: una oscuridad completa y angustiante, aunque no me sentía agobiada, ni siquiera sentía como tal. Solo estaba. La nada era un lugar silencioso, pero no del tipo de silencioso que me gustaba; era ensordecedoramente silencioso, como si estuviese en una película de terror esperando a que salga el asesino de repente con esa música tétrica.
Pero no era tan malo, a veces ese silencio era interrumpido por las voces de alguien, sonaban como ángeles aunque no podía procesar bien lo que decían. Tal vez eso significaba que pronto despertaría en el Cielo, el Infierno o lo que sea que haya al Otro Lado.
—Tienes que despertar, Butterfly— era una voz grave, muy bonita, pero no lograba recordar a quién pertenecía.
—Necesitamos que sobrevivas.
Ahora hablaba una mujer, a diferencia de la otra voz esta era muy suave y armoniosa. De ese tipo que te gustaría escuchar siempre.
Algo hormigueó en mi interior, era un sentimiento, alegría, esperanza tal vez, felicidad incluso. Tal vez no estaba muerta, tal vez solo estaba descansando. Pero ya no quería descansar más, quería que esas personas dejasen de estar tristes, quería que estuviesen tan felices como yo. Intenté moverme pero mis extremidades no respondían, volví a intentarlo imaginando que mis músculos se despertaban uno por uno. Noté mi pecho subir y bajar, la suave tela de las sábanas sobre las que me encontraba y por fin pude abrir los ojos.
Al principio me costó un poco, tuve que para pasear varias veces para poder acostumbrarme a la fuerte luz del sol que parecía entrar por una de las ventanas. Observé a mi alrededor, los Cullen estaban allí. Pero lo que me llamó la atención no fue la cara de preocupación que llevaban encima, sino que estaban brillando. Brillando como malditas bolas de discoteca. Sin duda había muerto y esto era un mundo paralelo donde se habían convertido en hadas del bosque o algo así.
—Vale, creo que al final sí que me he muerto.
Al parecer mi murmuro no fue tan "murmuro" porque parecieron escucharlo y algunos rieron un poco. Carlisle y Esme estaban sentados a mi lado en un par de sillas mientras que Jasper estaba dando vueltas por la habitación, hasta que me vio despierta. Rosalie estaba apoyada contra el pecho de Emmett, que parecía estar consolándola, y Alice estaba sentada sobre la misma cama en la que yo estaba, sujetando mi mano. La suya estaba helada.
