Decidí que era hora de enfrentar la verdad y tener una conversación honesta con Tom. Me armé de valor y marqué su número, esperando que aceptara verme. Después de unos cuantos tonos, escuché su voz al otro lado de la línea.
—¿______? ¿Qué sucede? —preguntó, su voz sonando sorprendida.
Respiré hondo antes de responder, tratando de mantener la calma.
—Tom, necesito verte. Hay algunas cosas que tenemos que hablar. ¿Podemos encontrarnos en mi departamento? —dije, esperando que aceptara.
Hubo un momento de silencio antes de que Tom respondiera, y en su voz percibí una mezcla de sorpresa y felicidad.
—¡Claro, ______! Estoy emocionado de verte. Dame la dirección y estaré allí en un abrir y cerrar de ojos —respondió, su entusiasmo resonando en cada palabra.
Sonreí con alivio, contenta de que estuviera dispuesto a escucharme. Le di la dirección y quedamos en vernos en una hora.
Mientras esperaba su llegada, mi mente se llenaba de pensamientos y emociones encontradas. Estaba nerviosa por enfrentar a Tom,
Estaba preparándome para recibir a Tom en mi . Mientras me arreglaba, escuché unos pasos apresurados acercándose a la puerta.
—¡Mamá! ¡Mamá! —escuché la voz de Mateo llamándome, su tono lleno de urgencia.
Me sorprendí al ver a mi pequeño Mateo frente a mí, con los ojos llenos de lágrimas y la expresión de angustia en su rostro.
—¿Mateo? ¿Qué haces aquí? ¿Cómo llegaste hasta aquí? —pregunté, confundida y preocupada por su seguridad.
Mateo sollozaba, abrazándome fuertemente mientras trataba de explicarme.
—Extrañaba mucho a mamá. Solo quiero estar contigo, mamá —dijo entre sollozos.
Mi corazón se partió al escuchar sus palabras y ver el dolor en sus ojos. Sabía que no podía dejarlo solo, pero tampoco podía arriesgar que Tom lo encontrara antes de que tuviéramos nuestra conversación.
—Mateo, cariño, te entiendo, pero necesito que te quedes en la habitación por ahora, ¿de acuerdo? Voy a hablar con alguien muy importante y luego estaremos juntos, ¿te parece bien? —le expliqué, tratando de calmarlo.
Mateo asintió con tristeza, aunque seguía aferrado a mí.
—Está bien, mamá, pero no te tardes mucho. Te extraño mucho —dijo, sus palabras llenas de anhelo.
Le prometí que no me tardaría y lo acompañé hasta la habitación, asegurándome de que estuviera seguro y tenía todo lo que necesitaba
Tom llegó y mi corazón empezó a latir más rápido. Lo hice pasar a mi departamento, tratando de ocultar mi nerviosismo detrás de una sonrisa forzada. Sabía que esta conversación era crucial, pero también sabía que tenía que proteger a Mateo y mantener nuestra mentira.
Nos sentamos en el sofá y comenzamos a hablar. Traté de ser firme y clara desde el principio.
—Tom, necesitamos dejar de lado el tema de nuestro hijo. No importa lo que haya sucedido en el pasado, tenemos que seguir adelante y encontrar la forma de ser felices sin él —mentí, tratando de mantener la compostura.
Tom me miró con incredulidad, con los ojos llenos de dolor.
—¿Cómo puedes decir eso, ________? ¿Cómo puedes simplemente dejarlo todo atrás y fingir que no pasó nada? No entiendo por qué me odias tanto —dijo, su voz quebrada por la tristeza.
Traté de contener las lágrimas que amenazaban con brotar de mis ojos. No lo odiaba, nunca lo había hecho, pero tenía que seguir con la farsa para proteger a Mateo.
—No te odio, Tom. Solo creo que es lo mejor para ambos seguir caminos separados. No podemos cambiar lo que sucedió, y seguir adelante es la única opción que tenemos —respondí, tratando de sonar convincente.
La discusión empezó a escalar, con palabras llenas de dolor y desesperación. Ambos estábamos heridos y la tensión se sentía en el aire.
— ¿No te importo en absoluto? —preguntó Tom, sus ojos llenos de tristeza y confusión.
Las lágrimas finalmente se desbordaron de mis ojos y caían por mis mejillas.
—Tom. Me duele más de lo que puedas imaginar. Pero no puedo permitir que nuestro pasado siga destruyendo nuestro presente y futuro. Tenemos que seguir adelante, aunque sea separados —dije entre sollozos, tratando de explicarle mi dolor y decisión.
La discusión continuó, con palabras llenas de frustración y desesperanza
de repente, vi a Mateo salir de la habitación, con su carita inocente y su apetito voraz.—¡Mamá, tengo hambre! ¿Puedes hacerme un sándwich? —pidió Mateo, sin darse cuenta de la tensión en el aire.
Mi corazón se detuvo por un momento cuando vi la expresión de sorpresa en el rostro de Tom. Era evidente que se había dado cuenta de que le había mentido sobre Mateo. Sentí un nudo en mi estómago, sabiendo que nuestras mentiras habían sido descubiertas.
Tom se volvió hacia Mateo, con los ojos llenos de asombro y confusión.
—, ¿eres tú? ¿Es nuestro hijo? —preguntó Tom, su voz temblorosa por la emoción.
Mateo, con la confianza y la inocencia propias de un niño, negó con la cabeza.
—No, tú no eres mi papá. Marlon es mi papá.
El silencio se apoderó de la habitación mientras todos procesábamos las palabras de Mateo.

ESTÁS LEYENDO
Tuyo - Tom Kaulitz+18
FanfictionCómo nuestro amor se convirtió en odio ? Cómo podría revivir el amor que ______ sentía por mi ? Le había fallado....+18