Hola Pequeña Ravenclaw (Draco Malfoy)

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1993

La noticia de que el prisionero Sirius Black había escapado conmovió a muchos magos y brujas y más a los que tenían hijos empezando el tercer año y tenían que firmar el permiso a Hosgmade.

A Alina le costó mucho convencer a su madre de que le firmará el permiso, pero al final logró su objetivo.

— Es una pena que todavía no puedas ir a Hosgmade Luna, me hubiera gustado que fueras conmigo — expresó la rubia.

— No te preocupes por mi, me alegra que tu madre si haya cedido firmar tu permiso.

Alina y Luna Lovegood eran amigas desde los 4 años ya que sus casas quedaban relativamente cercas.

— Iré a buscar a la señora del carrito para comprar algo y por ahí me iré a cambiar ya que casi llegamos a Hogwarts — Dijo Alina tomando la maleta donde traía su uniforme y tomando su carterita.

La rubia salió del baño ya cambiada con su uniforme de Ravenclaw y buscaba a la señora del carrito.

— Parece que el destino me hizo coincidir con la princesa de Ravenclaw — Alina rodó los ojos al escuchar la voz de un cierto Slytherin.

— Ahora que quieres Malfoy — dijo mientras se volteaba y veía al rubio que estaba a unos metros de ella y acercándose poco a poco hasta que quedó frente a ella.

— Solo decirte que este año derrotaremos a Ravenclaw en el partido de Quidditch — dijo muy convencido.

— No me hagas reír Malfoy — dijo con sarcasmo la rubia — los volveremos a derrotar de nuevo.

— Será una pena que decepciones a tu capitán — dijo alzando las cejas — por cierto, ¿No deberías estar con él? Se supone que son pareja.

Alina suspiró al escuchar eso, ella había intentado una relación con Roger Davis el año pasado cuando derrotaron a Slytherin en el partido, pero no funcionó del todo ya que el Ravenclaw estaba muy centrado en conseguir la prefectura de Ravenclaw y en las vacaciones decidieron dejar eso.

— Terminamos el mes pasado — dijo Alina acercándose — y para tu información...

Alina no pudo continuar, pues fueron interrumpidos por el tren que frenó de golpe y el ruido de que se estaba congelando.

Draco en automático tomó la muñeca de Alina y entraron en el primer compartimento que estaba vacío y se escondieron detrás de la puerta.

Alina veía como se sentia el frío y se congelaban las ventanas y también sentía el brazo de Draco alrededor de sus hombros.

Ambos alzaron la cabeza cuando vieron a una sombra oscura asomarse  al compartimento y luego seguirse derecho.

— Dementores — dijo Alina en un susurro.

— deben de estar buscando a Sirius Black — dijo Draco — algo muy tonto porque no creo que se esconda en el tren.

Después de cinco minutos Alina se separó de Draco y salió a buscar a su amiga para ver si estaba bien.

Pasó por el compartimento de Harry Potter y vio que el azabache estaba pálido y recibiendo atención por parte de un nuevo profesor así que se siguió derecho.

Se llegó a Hogwarts y durante la cena en el gran comedor, tras terminar de presentar al nuevo profesor de defensa contra las artes oscuras y a Hagrid como profesor de cuidado de criaturas mágicas, el profesor Dumbledore explicó la presencia de los Dementores y los cuidados que se tenían que tener.

Alina iba subiendo los escalones con Luna para ir a los dormitorios cuando sintió que alguien la seguía y creía por un minuto que era un cierto Slytherin.