Mentiras

Cap. 10 Mojado

Recuerden que:

1.- No soy la dueña de los personajes que aquí aparecen, estos pertenecen a Akira Toriyama, bueno si de Azuma, Marco, la asistente y Tora la abogada.

2.-No hago esto con algún fin económico.

3.- Esto es YAOI . Lime en este capitulo

4.- Agradezco y contesto cada comentario :)

5.- Esta es una secuela de "Asexualidad" así que recomiendo leerlo antes.

6.- Continuada en mayo de 2023

7.- Imágenes sacadas de Pinterest y Google, no son de mi propiedad.

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Cap. 10 Mojado

Las estrellas brillaban en el cielo oscuro cuando Piccoro levanto la mirada, se encontraba contrariado y azorado con todas esas emociones extrañas corriendo por todo su ser, era como si su mente no pudiera tener la paz y tranquilidad que había logrado antes.

Hace un par de días había acompañado a Gohan a eso del abogado, donde habían conocido a una pequeña mujer que parecía confiada con lo que iban a lograr, con lo que Gohan deseaba específicamente, pues Gohan era un hombre sencillo, con pocas peticiones; la mujer parecía confiable pero el nameku no iba a darle el cien por ciento de su fe a alguien a quien había conocido apenas unos días, no, ese era Goku, no él.

Todo parecía tener un buen pronostico, la mujer entendió las demandas de Gohan, todo fue claro, fue preciso, el problema fue al final, cuando por unas palabras el mayor comenzó a pensar cosas, cosas que no había pensado antes y que entendía era lo normal para el resto del mundo, no para él obviamente, porque después de todo hasta hace unos años el mismo nunca se había sentido ni remotamente interesado en otro ser vivo, no de ESA manera y la abogada había hecho que imaginara cosas... cosas que le erizaban la piel cada que volvía a recordar sus palabras, sin contar con ese extraño momento que había vivido dentro del estúpido ascensor.

Ese día habían regresado en la auto nave de Gohan, aun cuando el mayor había dicho que podía regresar solo hasta su casa, pero Gohan le había insistido y Piccoro simplemente no pudo negarse, incluso cuando llegaron al edificio ese donde se estaba quedando el hijo de Goku, Piccoro pensó en retirarse pero Gohan nuevamente le recordó como la vez anterior el mayor se había ido antes de hacerle algo de cenar, cosa que en efecto el mayor había prometido cuando estaban de compras y no, no pudo irse, no cuando esos ojos negros le había mirado tímidamente para recordarle su falta y él no iba a volver a faltar a su palabra, por más simple y tonta que hubiera sido la promesa, así que subieron a su departamento, agradeciendo que el elevador tuviera personas y no los dejara solos para evitar sentir ESAS cosas nuevamente.

Recordó como llegando al piso se bajó como si la caja metálica fuera a absorberle la vida, espero a Gohan y entraron a su departamento donde el mayor no tardo en ir a lavarse las manos para después empezar a cocinar algo sencillo y entonces volvió a suceder, podía sentir la mirada de Gohan en todo su ser, en cada movimiento de hacía, en cada pequeña cosa que tomaba y si... si, perdió los estribos, recordó cómo sin medirse mando al joven mestizo sayajin a tomar un baño, cambiarse y con esto dejarle en paz mientras cocinaba, la verdad es que el sentir su ojos sobre su persona , con esa intensidad , solo le generaban cosas que no podían ser sanas, cosas que no podía entender ni clasificar y que le provocaban demasiado.

Recordó como cuando la cena estuvo lista, sirvió un plato para cuando el otro regreso tenerlo listo, había preparado un pasta con salsa de tomate y algunos trozos de salchicha, sin embargo, no pudo evitar notar la decepción en el rostro de Gohan cuando este se sentó a cenar, no sabía porque, no en ese momento, pero Gohan pese a su pequeño lapsus de decepción comenzó a cenar, el peli negro hablaba de su día, de lo que esperaba que sucediera, de las ganas que tenía de volver a pasar un día entero con su hija y Piccoro no podía dejar de ver sus labios moverse, de asombrarse con las pocas veces que la lengua del otro se asomaba entre un bocado y otro para tentarle y seducirle sin ninguna intención aparente, ahí supo que algo estaba muy mal con él aquello sin duda alguna no podía ser un comportamiento normal, no pudo, simplemente no pudo, se despidió de Gohan mientras caminaba a la ventana y se fue, sin voltear atrás sin darse cuenta de lo turbado que había dejado al otro quien apenas iba por su tercer plato.

Y así pasaron tres días y dos noches, no había vuelto a pisar el departamento que arrendaba Gohan pero se mantenía en comunicación con el otro por medio de mensajes, no es que disfrutara de esas cosas de los teléfonos, pero desde antes lo tenía para cuando a Gohan o a Videl se le complicaba cuidar a Pan, así que si... estaba pendiente de su teléfono, solo para tener noticias de Gohan y para recordarle como si fuera un mocoso que el café no era un desayuno, que debía comer mínimo tres veces al día y que volvía a saber que usaba pastillas para dormir le daría un entrenamiento tan duro que iba a rogar porque lo soltara para descansar.