Disco Azul

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Hasta el final del día, los estudiantes de las directrices escolares pegaban pósteres referidos al suicidio, entregaban folletos, al igual que charlas sobre este tema, el cual se volvió bastante sonado en los primeros días

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Hasta el final del día, los estudiantes de las directrices escolares pegaban pósteres referidos al suicidio, entregaban folletos, al igual que charlas sobre este tema, el cual se volvió bastante sonado en los primeros días. Durante los 120 años que ha trabajado la institución nunca un caso como este se había presentado, por lo que las críticas en los periódicos, al igual que en las redes, eran bastante contundentes, lo cual podría bajar la calidad de escuela; cosa que no podía suceder.

Scarlett buscó a Coraline por toda la escuela sin encontrarla, ya rendida se encaminaba a su casa mirando a los alrededores para ver si la encontraba de vista, ocurriéndosele así tomar desvió al panteón, con fortuna la podría encontrar allí, puesto que el dolor de perder un amigo de toda la vida pesa mucho más que nada.

Tal como lo presintió, aquella rubia se encontraba sentada en un pequeño banquillo junto a la tumba de Jimyn, lágrimas recorrían su rostro sin detenerse que daba mucha tristeza verla llorar. Scarlett con una pizca de valentía se acercó a la chica, posando sus manos en los hombros, dejando leves caricias, como si fuese Jimyn quien estuviera allí.

—Oh, Scar... Eres tú, qué sorpresa...

—Espero no interrumpirte Coraline, pero es que te estaba buscando y no te hallaba, así que supuse que estabas aquí...

—Vine a ver Jimyn... Pero para qué me buscabas, ¿en qué te puedo ayudar?

Aquella chica limpiaba sus lágrimas mirando fijamente a la pelirroja que estaba en su frente, quien de su mochila sacaba aquella caja de estuches para extendérsela con una pequeña sonrisa de consuelo.

—Jimyn siempre pensó en ti sabes... Te dejo un pequeño mensaje. Busca el disco de color vinotinto y míralo en solitario, el cual debes deshacerte apenas acabe el video, y espero sigas su petición, no puedo hacerlo sola. La verdad que no conozco a todos, así que cuando termines escríbeme, por favor, dentro de la caja se encuentra un papel con mi número, nos vemos Coraline.

La chica se levantó para retirarse sin esperar respuesta alguna, desapareciendo en el camino a la salida, mientras por parte de Coraline no dejaba de ver la curiosa caja y la tumba de su mejor amigo.

—Ay Jimyn... ¿Por qué te tenías que ir?... Y peor aún, dejarme sola...

—Él se fue por idiota, no le debieras llorar Coraline.

Aquella voz masculina que resonó en los oídos de la chica la hizo levantar inmediatamente, guardando la caja en su mochila para cruzarse de brazos, mirando con algo de enojo a aquel peli azulado que solo la miraba sin ninguna expresión.

—No hables así de él, la única idiotez que hizo fue enamorarse de ti tan cegatamente para que lo engañaras de tal forma idiota.

—Paso prácticamente ya un año de que le termine, si él no me superaba es porque es un imbécil Coraline.

—Es que nunca lo amaste y por tu culpa también pasaba triste, si querías jugar con él se lo fueras dicho en vez de lastimarlo, ojalá nunca fueras aparecido en nuestras vidas.

—Ya no me regañes tanto está muerto... Jimyn ya no ve, no siente, no oye, supéralo no era la gran cosa.

Aquel chico soltó una risita bastante carrasposa cuando unos pasos empezaron a sentirse, captando la atención de ambos viendo a Peter, a Bruce y a Erick acercase en dirección a la tumba.

—Oh, vamos, todos los idiotas vienen a ver a Jimyn, qué hipócritas son.

—Más respeto Coraline, Jimyn fue nuestro amigo y le tuvimos aprecio.

—Si claro, lo que digan cuarteto de imbéciles.

Aquella chica sujeta bien su mochila para retirarse hostigada por quienes interrumpieron su visita. Tyler no demoró tanto en emprender la vuelta mientras que Peter y sus amigos tomaban asiento, el "capi" ya les había comentado lo que paso momentos antes de ver el video, por lo que para cesar la culpa, después de tantos intentos de Erick y Bruce, los tres se habían dirigido al panteón para poder "disculparse" con Jimyn porque para Peter era algo absurdo, puesto que como siempre se ha expresado sin empatía alguna con la frase "el muerto, muerto está".

—¿Están seguros de que esto funcionara? Sigo pensando que es una ridiculez.

—Puede parecer, pero realmente no lo es Peter, debemos disculparnos con él para que el remordimiento de conciencia no nos pese tanto.

—Bien empiecen ustedes par de bobos.

Suspiros salieron de parte de los tres y Erick tomo la vocería colocando una rosa blanca sobre la grama de la tumba para hacer la señal de la cruz suspirando levemente.

—Bien Jimyn, estamos aquí porque te queremos pedir perdón, sí, suena estúpido decirlo ahora que estás muerto y que, aunque algunos no lo acepten, tienen aunque sea una vela en esta tumba. Somos jóvenes, no sabemos lo que hacemos por lo que te pedimos que de donde estés nos perdones, no tortures nuestra mente y bueno cuando nos veamos la cara en otra vida podamos remediar las cosas... Amén.

Los tres realizan nuevamente la señal de la cruz para suspirar, dejando dos flores blancas más en la grama para retirarse, el pensamiento de pedirle perdón a un muerto seguía siendo bastante ridículo, pero el alivio que sentían claramente le daban punto a esa creencia. Podríamos decir que realmente una disculpa puede sanar los recargos de conciencia, que son conllevados hasta el punto de olvidar... Aunque sin saber el juego apenas empezaba para estos futbolistas.

15 Razones para MorirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora